Los domos de lujo dañados en el Salar apuntaban al turismo de alta gama

Cinco de los seis domos atacados y quemados el viernes pasado eran de lujo y fueron concebidos por el proyecto Kachi Lodge para atraer a Bolivia a turistas de alto nivel adquisitivo, según uno de los propietarios del emprendimiento que fue contactado en las últimas horas por Asuntos Centrales.
El emprendimiento, que planteaba un modelo de hotel sustentable y ecológico, empezó a gestarse por Amazing Escape (de capitales bolivianos-suizos y franceses) en 2019 y estaba muy conectado a la comunidad altiplánica de Jijira, con la que los accionistas tenían ya una relación de al menos diez años.
Los inversionistas tienen registro del emprendimiento en Fundempresa y ya contaban con la licencia ambiental, entregada por la propia gobernación de Oruro, en tanto que la de funcionamiento la dio la comunidad que Garcy Mendoza, que maneja el área. La licencia de actividad turística precisamente la iba entregar la gobernación orureña el viernes pasado, cuando centenares de comunarios potosinos llegaron al lugar a destruir los domos porque reclamaban que el salar de Uyuni les pertenece en su totalidad al departamento y no a Oruro.
Kachi Lodge contaba con un servicio de agua dotado de un sistema de filtración en circuito cerrado, haciendo que cuando entra a la ducha se recupera, se filtra y reutiliza. La tecnología fue desarrollada por una empresa francesa y china. En los baños había un sistema belga que permitía procesar los desechos con un filtro para no contaminar, recogiéndolos carbonizados al final de la semana.
Al tener seis domus de lujo, con cuadros del pintor Gastón Ugalde, los inversionistas apuntaban a atraer a turistas de alto nivel adquisitivo a Bolivia, ya que no es un nicho de mercado que esté aprovechado. “Queríamos inspirar para que también otras empresas vengan a invertir al país”, sostuvo uno de los propietarios de los domos.
La idea también era mantener una fuerte conexión con la comunidad Jiriri, que está muy desatendida y que se entusiasmaron con el proyecto, ya que fueron capacitados en servicios de limpieza, de seguridad, cocina y mantenimiento.”Nos han apoyado y defendido pacíficamente todo esto, porque tenían esperanza y todo se ha ido al tacho”, dijo uno de los accionistas.
En cuanto a la oferta gastronómica se había acordado con el restaurante Nativa de Sucre ofrecer fusión de comida boliviana, con una nueva presentación tipo Gustu.
La decoración de interiores de los domos estuvo a cargo de los suizos Marina Cardis y Marine Luginbuehl.