Papa Francisco envía a hombre clave para investigar casos de pederastia
Jordi Bertomeu es experto en investigaciones sobre abusos de menores

El papa Francisco envió al sacerdote Jordi Bertomeu, su hombre de confianza, para abrir una investigación a cargo del Vaticano sobre la ola de denuncias sobre abusos de niños contra sacerdotes de la Compañía de Jesús.
Bertomeu, que ha participado en numerosas misiones en Latinoamérica (estuvo también encargado de la investigación de los abusos del padre Maciel en los Legionarios de Cristo y en la Iglesia chilena, que terminó con el cese de prácticamente toda la cúpula eclesial de ese país) permanecerá varios días en Bolivia, justo cuando aumenta el número de casos conocidos y la agenda política ha situado este tema en el centro.
Ante la expectativa generada por la llegada de una comisión del Vaticano a Bolivia, mientras se ha desatado el escándalo en torno a los curas pederastas, la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB) salió al paso para decir que la visita habría sido gestionada hace tres años.
Según la CEB, la visita de monseñor Jordi Bertoméu, oficial del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, fue gestionado con el fin de analizar la situación de la COVID-19 en nuestro país.
La idea oficial —explicada en un comunicado por las autoridades eclesiales locales— es que se abordarán temas de formación y que la visita estaba programada. Pero el perfil de Bertomeu (Tortosa, 1968), oficial de la sección disciplinaria de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y la gravedad de la situación señalan inevitablemente un trabajo de mayor calado que no estaba previsto antes del escándalo.
Bertomeu fue uno de los responsables de la investigación en Chile que provocó en 2018 el cambio radical en el acercamiento que mantenía hasta entonces el Vaticano en esta cuestión. Bertomeu se encontraba la semana anterior en Paraguay, llevando a cabo otra misión de investigación sobre abusos en la Universidad Católica de Paraguay junto al arzobispo de Río de Janeiro, el cardenal Orani João Tempesta. La misión de los delegados de la Santa Sede era recabar toda la información y elevar un informe al respecto.
En menos de un mes, la publicación del diario secreto del jesuita español Alfonso ´Pica´ Pedrajas, donde admitió que abusó de decenas de niños en colegios bolivianos y que sus superiores lo encubrieron todo, ha tambaleado los pilares de toda la Iglesia boliviana.
A pesar de la rápida reacción de los jesuitas —el provincial apartó a comienzos de mayo cautelarmente a ocho ex altos cargos por encubrimiento—, las instituciones públicas también han dado un paso al frente.
La Fiscalía abrió una investigación del caso Pedrajas y el presidente Luis Arce presentó hace dos semanas un anteproyecto de ley para hacer imprescriptibles los delitos de pederastia y crear una comisión de la verdad que investigue estos casos y repare a las víctimas.
Un jesuita español abusó de decenas de niños en Bolivia. Encubierto por la Iglesia, dejó escrito un insólito testimonio. Reconstruimos su historia de la mano de víctimas y allegados
El Gobierno, además, avanzó este sábado que estudia mecanismos de control para revisar los antecedentes de los clérigos que ingresen en el país latinoamericano.
“No pueden venir sacerdotes a ser guías espirituales de nuestros niños, violadores a enseñar lo que es el camino de Dios a nuestros niños mientras abusan de ellos, eso es inconcebible”, dijo a los medios la ministra de la Presidencia hace dos días.
Por otro lado, el procurador (fiscal) general de Bolivia también propone revisar el “estatus” que tienen los jesuitas en el país. Un duro golpe para la Compañía de Jesús en particular y para la Iglesia boliviana en general.
Y es que las denuncias —tanto en los juzgados como en las oficinas de la Compañía y en la prensa— han crecido en las últimas semanas, no solo contra Pedrajas, sino también contra otros de sus compañeros jesuitas españoles. Algunos, como Francesc Peris, desarrollaron su carrera religiosa en España, pero la orden los trasladó a Latinoamérica entre acusaciones de pederastia. Peris fue a Bolivia en 1982, allí es señalado de abusar entre 1983 y 1984 de varias niñas en un colegio de la orden en Cochabamba y regresó a España un año después. Recientemente, nuevas víctimas le acusan de abusos en un centro de Barcelona.
Los jesuitas también se han visto obligados a reconocer varias denuncias de las que tenían constancia hace unos años y que hasta ahora no habían hecho públicas ni habían comunicado a las autoridades.
La más notoria es la que señala al arzobispo español Alejandro Mestre, fallecido en 1988 y que fue prelado de La Paz. La orden recibió en 2021 a una víctima que le acusa de abusar de él en 1961, cuando Mestre era profesor en el colegio de San Calixto de La Paz. Mestre, además, fue secretario general de la Conferencia Episcopal Boliviana, cargo de gran influencia y que ocupó durante la dictadura de Luis García Meza, que se prolongó de 1980 a 1981. Los jesuitas informaron de este caso a la Fiscalía boliviana el 9 de mayo.
El ministerio público, como respuesta a estas nuevas denuncias, formó una comisión de fiscales para investigar todos los casos y ya ha ordenado varios registros en las propiedades de la Compañía, entre las que se encuentra su sede en La Paz, para buscar información y documentación de los acusados.
Fiscalía allana instalaciones de la Casa de la Esperanza
La Fiscalía Departamental de Cochabamba ordenó el allanamiento de las instalaciones de la denominada Casa de la Esperanza administrada por la Compañía de Jesús en el marco de las investigaciones de abusos de menores en la Iglesia Católica. Una unidad de la Fuerza Especial de Lucha contra la Violencia (FELCV) llegó hasta el lugar ubicado en la ciudad de Cochabamba para recabar toda la documentación que pueda ser válida para las indagaciones sobre pederastia en la Compañía de Jesús en la que están involucrados una decena de sacerdotes.