Bolivia conmemoró este viernes el Día Internacional de Jaguar con acciones destinadas a promover el cuidado y protección del mayor felino de América, afectado por la disminución de su hábitat a causa de los constantes incendios forestales y la extensión de la frontera agrícola.
Las actividades se efectuaron en las regiones amazónicas como Pando y Beni, además de la oriental Santa Cruz, con demostraciones del monitoreo de jaguares, reuniones académicas, exhibiciones artísticas y la presentación de un anteproyecto de ley para declara al animal como patrimonio local.
El espíritu de protección del jaguar se extendió también a la región andina de La Paz, en el Bioparque Municipal Vesty Pakos a 3.450 de altitud, y que cuenta con más de 30 años de experiencia en el cuidado de esta especie.
El bioparque acoge a seis jaguares, tres de ellos que superan los 20 años, que es el límite de vida del animal en cautiverio, junto a los recién llegados Toto, Santiago y Moza, que cuentan con un espacio de dos hectáreas.
Omar Rocha, biólogo y administrador del bioparque, dijo a EFE que los jaguares en Bolivia "están sufriendo una pérdida de su hábitat considerable" especialmente por los "chaqueos" o quemas autorizadas para la habilitación de terrenos para la siembra, el ganado y la extensión de la frontera agrícola.
Este año, Bolivia sufrió la mayor tragedia medioambiental de su historia debido a que los incendios forestales devastaron alrededor de 10 millones de hectáreas de bosques y pastizales en la Chiquitania (este) y la Amazonía (norte).
Rocha también mencionó que en algunas zonas del país los jaguares "no son bien vistos" debido a que se los considera una amenaza para el ganado, lo que muchas veces deriva en la muerte del felino y la disminución progresiva de su población.
Ante esto, distintas instituciones públicas y privadas impulsan un plan de conservación de la especie que busca la concienciación de la población para fomentar el cuidado de su hábitat y su importancia, al tratarse de un animal fundamental para el equilibrio medioambiental.
Los recientes incendios causaron que algunos jaguares pasen a algunos centros de custodia, en los que viven de manera permanente o que en algunos pocos casos es un paso para regresar a su hábitat.
Jaguares en cautiverio
Diego Maldonado, responsable del área de Biología del bioparque, mencionó a EFE que en el caso de los jaguares bajo cuidado humano es importante realizar actividades de "enriquecimiento ambiental" para promover sus comportamientos naturales y reducir los "anormales" ocasionados por el encierro.
El enriquecimiento puede ser "ocupativo o alimenticio" y también debe ser "frecuente y variado" según la especie, agregó Maldonado.
Esta jornada, el personal del bioparque colocó hierbas aromáticas y líquidos perfumados en la fosa de los felinos, junto a alimentos escondidos en unas piñatas hechas con materiales orgánicos para estimular su instinto de caza.
Los jaguares Toto, Santiago y Moza identificaron los puntos con olores, pero prefirieron concentrar su atención en los peces que los cuidadores colocaron en una pequeña piscina, y que finalmente fueron sus presas.
Bolivia cuenta con un plan de conservación del felino de cinco años (2020-2025) orientado a aplicar acciones para la protección de los jaguares, como estudios científicos sobre las amenazas, pérdida de hábitat, tráfico de individuos o partes corporales (colmillos y pieles) y efectos de la caza furtiva.
Asimismo, el felino se encuentra en 16 áreas protegidas declaradas en el país y que pertenecen a distintos pisos ecológicos como bosques tropicales, secos y húmedos, junto a llanuras, sabanas y humedales.
Gabriel Romano Burgoa - Agencia EFE