La misión de la Unión Europea (UE) desplegó este viernes 39 observadores electorales de largo plazo a las nueve regiones de Bolivia, incluidas zonas de conflictividad, para trabajar antes, durante y después de las elecciones generales del próximo 17 de agosto.
El jefe adjunto de la misión de la UE, Alexander Ian Gray, explicó que esta jornada se desplegaron 39 observadores que comenzarán a trabajar con autoridades electorales regionales, candidatos, observadores bolivianos y la sociedad civil de los nueve departamentos y de zonas donde se registraron conflictos.
“Por ejemplo a Cochabamba hemos desplegado hoy cuatro observadores de largo plazo que van a mantenerse en ese departamento durante todo el proceso electoral, entendemos que hay zonas de conflictividad ya identificados por todos y entendemos que tanto el Gobierno como el TSE (Tribunal Supremo Electoral) están haciendo todo lo posible para que haya elecciones”, manifestó Gray.

Gray dijo que el derecho al voto “es fundamental”, incluso en zonas de conflictividad, por lo que espera que las autoridades competentes “hagan todo lo posible para garantizar que ese electorado pueda votar” el 17 de agosto.
El jefe de la misión de observación electoral anunció que una semana antes de los comicios, llegarán al país 50 observadores de corto plazo que también se desplazarán a las nueve regiones y a ellos se sumarán una delegación de parlamentarios europeos y personal de las embajadas de los Estados miembros de la UE.
La llegada de observadores a corto plazo tiene el fin de “tener una mayor cobertura de los centros de votación y las mesas” de votación, explicó Gray.
La misión electoral de la Unión Europea acompañará todas las etapas del proceso electoral y además hará un análisis de la normativa boliviana y los tratados internacionales sobre procesos electorales, cuyos primeros resultados dará a conocer dos días después de los comicios.
“Al final de todo el proceso, después de unas semanas, vamos a entregar un informe final de información y hallazgos del proceso, y en ese documento vamos a ofrecer recomendaciones porque no son de cumplimiento obligatorio”, aclaró Gray.

Una de las zonas más sensibles es el Trópico de Cochabamba, situada en central departamento de Cochabamba, que es el bastión político y sindical del expresidente Evo Morales (2006-2019), en donde se mantiene desde octubre del año pasado para evitar que se ejecute una orden de aprehensión en su contra.
Los seguidores de Morales presionan al TSE para que inscriban la candidatura de su líder a pesar de una sentencia constitucional que lo inhabilita para buscar otro mandato.
Según constató EFE recientemente, alrededor de 2.000 leales a Evo Morales mantienen una vigilia con palos, piedras, estacas y escudos, mientras que sus sectores afines consideran que el exgobernante debe ser habilitado y advirtieron que “sin Evo no hay elecciones”.
Morales no logró inscribir su candidatura debido a que la agrupación con la que buscaba postular a la Presidencia, el Partido de Acción Nacional Boliviano (Pan-Bol), perdió su personalidad jurídica debido a que en los comicios de 2020 no consiguió el 3 % de votación que obligan las normas de Bolivia.
Las elecciones en Bolivia se realizarán por primera vez con el oficialismo fragmentado, con el gubernamental Movimiento al Socialismo (MAS) que apoya la candidatura del exministro Eduardo del Castillo; Alianza Popular que respalda al presidente del Senado Andrónico Rodríguez y el Movimiento de Renovación Nacional (Morena) de la alcaldesa de El Alto, Eva Copa, con pasado en el MAS.
Mientras que las principales candidaturas de oposición son Unidad del empresario Samuel Doria Medina y Libre del exmandatario Jorge ‘Tuto’ Quiroga (2001-2002).
Fuente: EFE.