El presidente de Bolivia, Luis Arce, se solidarizó este viernes con el Gobierno de Brasil ante lo que consideró una “injerencia” de Estados Unidos por la persistente amenaza del mandatario de ese país, Donald Trump, de aplicar aranceles del 50 % a Brasil si procede el proceso penal contra el exgobernante Jair Bolsonaro.
En un mensaje en sus redes sociales, Arce manifestó su “solidaridad” con el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, “y con el hermano pueblo del Brasil, frente a las recientes amenazas” de Trump, “quien anunció represalias arancelarias del 50 % por haber acogido la Cumbre de los BRICS y exigió la liberación” de Bolsonaro.
“Estos pronunciamientos constituyen una injerencia en los asuntos internos de un país soberano y representan un atentado contra el multilateralismo, el respeto entre naciones y la democracia, situaciones que no pueden ser aceptadas”, manifestó el mandatario boliviano.
Para Arce, los Estados deben “guiarse por el respeto mutuo y la cooperación, no por la imposición”, por lo que hizo un llamado a la comunidad internacional a “rechazar cualquier intento de presión o chantaje que vulnere la autodeterminación de los pueblos”.
“América Latina ha luchado históricamente por construir un destino común basado en la dignidad, la paz y la soberanía. Nos mantenemos firmes junto a Brasil en la defensa de su soberanía, sus instituciones y su derecho a decidir su camino sin interferencias externas”, concluyó el jefe de Estado.
Arce tiene afinidad ideológica con Lula da Silva y se ha mantenido distante de la Administración estadounidense en sus casi cinco años de Gobierno, como lo hizo el expresidente y exlíder del oficialismo boliviano Evo Morales (2006-2019), quien expulsó en 2008 al entonces embajador de Estados Unidos, Philiph Goldberg.
Durante el Gobierno de Morales también fueron expulsadas de Bolivia la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, en inglés) y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid, en inglés), acusadas orquestar una supuesta conspiración contra el entonces mandatario, lo que la Casa Blanca siempre ha rechazado.
A comienzos de julio, Trump anunció aranceles del 50 % adicionales sobre los productos brasileños importados por Estados Unidos, con el argumento de que esa medida es una reacción a la “caza a las brujas” que considera sufre Bolsonaro.
El presidente estadounidense condicionó su levantamiento a la suspensión del proceso contra el líder ultraderechista, quien responde penalmente en un juicio acusado de liderar la conspiración que intentó derrocar el Gobierno de Lula.
Estados Unidos es el destino del 12 % de las exportaciones de Brasil, que el año pasado sumaron 40.300 millones de dólares, en tanto que las importaciones brasileñas desde la mayor economía mundial fueron avaluadas por unos 40.500 millones de dólares, lo que desmiente el argumento de Trump de que el intercambio bilateral es superlativo para los brasileños.
Fuente: EFE.