Qué ha pasado en media jornada de un nuevo paro cívico en Santa Cruz
- Ha parado el que quiso parar, ha trabajado el que ha necesitado, querido y podido trabajar.
- A diferencia de anteriores paros, ha habido en la mañana de viernes menos puntos de bloqueos y algo más de circulación vehicular. Se puede concluir que mucha gente atendió a la recomendación cívica de quedarse más en casa que salir.
- El paro se ha acatado donde ha llegado la influencia cívica, que sigue siendo importante en Santa Cruz, pero ya no es una influencia territorial total. Hace años que ya no alcanza a ser total, puesto que Santa Cruz es muy grande, plural y diversa. Congrega a pobladores de diverso origen, pensamiento político y con necesidades, prioridades e intereses distintos. Es mejor que sea así de plural, porque la hace más democrática y con mayores posibilidades de progresar. Es un reto para sus líderes incluir a todos y consensuar una agenda básica común de desarrollo.
- Es comprensible que en los barrios más alejados haya menos acatamiento de una medida de sacrificio como es un paro. En ellos viven los que sobreviven de lo que consiguen en el día a día y donde no llegó el “proceso de cambio” ni la atención de todos los niveles de Gobierno. Paradójicamente, serán los más afectados por la vieja injusticia que sufre Santa Cruz de no recibir los recursos que le corresponden desde hace años, con censos anteriores mal hechos y especialmente este censo 2024, tan demorado, dudoso, sacrificado y costoso. Es un reto de los líderes de Santa Cruz convencer a esta parte de la población del costo mayor que les provoca no luchar por sus derechos económicos-sociales y los recursos que le niegan los gobiernos centralistas e ineficientes.
- A diferencia del anterior paro de los 36 días, en el de hoy el Gobierno eludió promover el “antiparo” y ya no tuvo a sus principales aliados políticos de hace dos años: los evistas y Jhonny Fernández. Esta vez el alcalde cruceño corrigió su anterior posición y apoyó el paro, tras entender tal vez que el municipio de la capital de Santa Cruz es el mayor perjudicado por las cifras del censo. El arcismo solo tuvo algunas voces aisladas como las de algún concejal o asambleísta sin influencias, que resistieron verbalmente el paro, pero sin ninguna posibilidad de movilización agresiva y beligerante, como ocurrió en noviembre de 2022. Está claro que el Gobierno está más débil que hace dos años y no le conviene enfrentarse a la oposición de Santa Cruz, mayormente ciudadana, menos aún cerca de la Expocruz, del 24 de septiembre y a menos de un año de las elecciones.
- Pese a las críticas que recibe, y al margen de los estilos distintos de sus conductores coyunturales, el Comité pro Santa Cruz sigue siendo la principal institución capaz de movilizar al departamento más poblado y el eje económico de Bolivia. Todavía no hay en la región otra organización civil-ciudadana que pueda competir en este rol con la institución cívica.
- Con el paro de hoy también queda ratificado que en Santa Cruz está el principal bastión nacional opositor al masismo, expresado ahora en dos o tres alas.
- Es una oposición más ciudadana que partidaria a un estilo de Gobierno y a una propuesta-oferta política que no conquista o que, en cambio, resultó resistida en gran parte de los últimos 20 años.
- No se puede, sin embargo, desconocer, que hay en el departamento algunos bastiones masistas aún fuertes, que no se alinean ni se alinearán con la visión liberal, al ser muy orgánicos, aunque podrían en algún momento terminar convencidos y conquistados por alguna alternativa diferente al MAS, a partir del evidente desgaste y decadencia de sus conductores actualmente confrontados.
Tuffí Aré - Periodista