Tras una conferencia de prensa de más de una hora, el presidente Luis Arce Catacora reconoció que la economía boliviana está en problemas por el aumento de precios de los insumos de la canasta familiar producto de la “crisis climática” y por la sobredemanda de dólares y combustibles que está obligando al Gobierno a erogar grandes cantidades de recursos.
El mandatario hizo una evaluación de su viaje a Rusia donde se reunión con su par, Vladimir Putin, país que se comprometió -según Arce- a proveer de diésel al país; apurar las inversiones en una megaplanta de explotación de litio hasta junio de 2025 y acelerar las gestiones para el ingreso de Bolivia al BRICS.
Luego, Arce Catacora hizo un repaso de los principales problemas que enfrenta la economía boliviana. En primer lugar, aseguró que el aumento de los precios de la canasta familiar, como el tomate, la cebolla y la papa, son atribuibles a la “crisis climática” que produjo mayor sequía y heladas en diversos puntos del país. También responsabilidad a ciertos sectores que especulan con los precios de los alimentos y al contrabando que está llevando los productos bolivianos a los países vecinos.
Según Arce, su gestión recibió un país quebrado por los efectos de la pandemia y la corrupción de la anterior gestión. Destacó que cuando asumió el país tenía un alto déficit fiscal y también de endeudamiento externo, variables que hoy se han reducido sustancialmente.
Destacó que las Fuerzas Armadas se sumarán a los operativos para frenar la especulación y garantizar la estabilidad de precios de la canasta familiar.
En el plano de los hidrocarburos, Arce Catacora remarcó que Bolivia es un país gasífero, pero que no cuenta con suficientes hidrocarburos líquidos por lo que hoy importa el 86% del diésel y el 56% de la gasolina, lo que genera enormes erogaciones para el Estado.
El mandatario remarcó que hay un desvío de los carburantes con fines especulativos y también se enfrenta el contrabando de combustible debido a que en el país cuesta la mitad de su precio internacional.
Destacó que hoy el país enfrenta las consecuencias de dos décadas de no inversión en el sector hidrocarburífero, situación que hoy se ha revertido co 28 proyectos de inversión en gas y petróleo.
Mientras no se instalen completamente las dos plantas de biodiésel, “Bolivia continuará importando combustibles”, alertó.
"Estamos luchando por mantener la estabilidad de la economía hasta que se ha electoralizado el país", afirmó Arce.
En este contexto, Arce alertó: "Vamos a tomar todas las medidas para garantizar la estabilidad de la moneda y de toda la economía".