El excónsul de Bolivia en el Vaticano, Julio César Caballero, contó las vivencias que tuvo con el papa Francisco en el tiempo que él estuvo en la Santa Sede en representación del país y cuando fue nombrado como el jefe de la Oficina Pontificia.

A criterio de Caballero, el papa fue un hombre de talla mundial, que era capaz de movilizar a las multitudes. “Tuve el privilegio y el placer de conocerlo y estrechar su mano”, afirmó el periodista, que tuvo la oportunidad de conversar con él en varias oportunidades, cuando fue puesto por el mismo pontífice en la Oficina Pontificia para América Latina.

En los recuerdos de Caballero quedó grabada una imagen particular de la gente que visitaba al papa Francisco, ya que reconoció que todo aquel que tenía una charla con la máxima autoridad de la Iglesia Católica en el mundo, salía con una imagen cambiada. “Muchos ateos de izquierda y de derecha salieron conmovidos por el contacto con el papa Francisco”, afirmó Caballero, que también fue parte del equipo que comandó la llegada de Francisco en 2015 a Bolivia.

“El papa Francisco era un hombre que tenía una honestidad intelectual, mucha paciencia y una gran transparencia. Era un hombre muy abierto, le interesaba hablar sobre el tema de la pobreza, siempre recordaba las anécdotas de los migrantes bolivianos que vivían en el conurbano de Buenos Aires. Llevaba a los migrantes en su corazón”, contó el excónsul y apuntó un detalle de Francisco, que era su conocimiento y cercanía con las advocaciones marianas como la Virgen de Urkupiña, Copacabana y Cotoca.

Durante el diálogo en Asuntos Centrales, Caballero escuchó una opinión del periodista Raúl Peñaranda respecto al legado que dejó el papa y su posición ideológica sobre algunos aspectos. El comunicador indicó en su intervención, que el pontificado de Francisco fue muy importante, que cambio el estilo papal por uno más humilde y más honesto.

Además, apuntó: “Dio señales favorables sobre los derechos de las mujeres y los homosexuales. Ha cambiado la manera de mirar a la Iglesia hacia el mundo secular. Son avances que difícilmente pueden haber vuelto atrás. Se esperaba un poco más sobre las voces respecto a los problemas en algunos países por los atropellos, excesos y autoritarismo”.

Respecto a esta última posición, Caballero aclaró que Francisco no era un papa conservador, “no sé si le quedaba el título reformista, pero no era conservador”. También apuntó que en privado era bastante duro y tajante con sus reflexiones y posiciones, en temas y situaciones como Venezuela u otros países, donde las situaciones de la gente no eran de las mejores.

Respecto a los cambios, Caballero dijo que un ejemplo de la profundidad de las acciones que dejó en el mundo Católico el papa fue la gobernadora del Vaticano, una mujer que comanda los grupos de seguridad de la Santa Sede y que al mismo tiempo es la responsable por la transparencia de los manejos económicos del Banco del Vaticano.

“Eso era impensable años antes. El papa decía, este mundo está mejor por el trabajo de las mujeres”, indicó Caballero y señaló que por conversaciones que tuvo con sacerdotes italianos, el nuevo jerarca de la Iglesia será un pontífice que haga una reforma moderada y que lo más probable es que se tenga un nuevo papa antes de Corpus Christi.