Una pequeña bandera rojo, amarillo y verde, flameó y estuvo en medio de las cientos de miles de almas congregadas en la Plaza de San Pedro en el momento preciso que salió humo blanco de la fumata y cuando el mundo vio y escuchó por primera vez al nuevo papa, León XIV.
Esto se logró gracias al sacerdote Juan Sanizo, que en los últimos días también se convirtió en los ojos y la voz de Asuntos Centrales y el Desayuno Informado, contando siempre la realidad de lo que se vivía en las afueras de los espacios de toma de decisiones cardenalicias.
Sanizo fue quien hizo flamear la rojo, amarillo y verde en medio de gritos, abrazos, lágrimas y sonrisas, en un momento histórico para el mundo. “Fue sorpresivo y me causó mucha alegría”, relataba el sacerdote boliviano, que hizo flamear nuestra bandera en un momento único para el mundo y que sin saberlo, compartió por algunos minutos con el cardenal Robert Prevost.
“Lo vi el sábado. Con otros cardenales compartí una cena y lo saludé (al ahora papa León XIV), le di la mano pero no me saque una foto”, recordaba el padre Juan aseguró que la misión del nuevo pontífice, será convertirse en los puentes de unidad y paz que necesita el mundo.
Julio César Caballero, que fue embajador de Bolivia en el Vaticano, destacó la enorme cercanía que tiene el nuevo papa con América Latina y dijo que será un excelente interlocutor con el poder político mundial, que en junio llegará hasta Roma para ser parte de las celebraciones del Jubileo.
Tanto Sanizo como Caballero, destacaron la humilde y la capacidad de servicio del papa León XIV, por lo que señalaron que esperan un trabajo pontificio único, marcado por su perfil de unidad y humildad que ha demostrado en las primeras horas de su papado.