El economista Carlos Hugo Barbery está preocupado porque la escasez de dólares llevará, necesariamente, a un aumento de los precios relativos de bienes y servicios dado que la economía es altamente dependiente de la divisa estadounidense para pagar sus importaciones.
En diálogo con el Desayuno Informado de Asuntos Centrales, Barbery remarcó que la crisis de los dólares es la consecuencia de una acumulación histórica de problemas en la economía boliviana, principalmente, por el incremento desmedido del gasto público que ha hecho insostenible el manejo de las cuentas públicas.
El derrumbe de las Reservas Internacionales, de 15.000 millones de dólares en 2014 a 1.700 millones en 2024 es el reflejo de que el Estado tuvo que disponer de esos dólares para solventar el subsidio a los hidrocarburos, el gasto en salarios para más de 500.000 empleados públicos y empresas públicas y el pago de la deuda externa e interna, lo que configura un déficit fiscal – según Barbery – de más del 8% anual del PIB, unos 5.000 millones de dólares anuales.
“La falta de dólares ahora es consecuencia de una larga historia. desde hace años alertamos lo que podía ocurrir cuando termine la época de vacas gordas”, afirmó.
El economista alerta que “ya tenemos la figura de traslado a los precios en los productos por la falta de dólares, por especulación y por falta de confianza”.
Es que “la escasez de divisas altera toda la cadena logística de la producción nacional porque dependemos en gran medida de la importación”, explica el analista.
La gran pregunta es ¿dónde están los dólares que hoy nos faltan? “la mayor parte de los dólares se fueron del país”, asegura Barbery.
Entre otros factores globales, por el incremento de las tasas de interés en Estados Unidos, los dólares se fueron hacia el norte.
“Entre 2008 y 2020, la reserva de estados unidos emitió 6 veces más dólares, lo que se tradujo en más inflación. la falta de dólares también es un problema global porque EEUU aumenta las tasas para atraer dólares”, destacó.
GASTO PÚBLICO, LA MADRE DEL CORDERO
Sin embargo, el mayor problema -señala Barbery- es que nos gastamos los pocos dólares que teníamos de reserva y la capacidad de reposición que tiene el sector exportador, por ahora, es insuficiente, para equilibrar las cuentas y garantizar suficiente provisión de dólares para la economía.
“En 2014 llegamos a acumular 15.000 millones de reservas por los ingresos del gas. Hoy tenemos casi 5.000 millones de dólares de necesidades para cubrir el gasto público y la deuda, eso explica la caída de las reservas”, alertó.
“Los bloqueos por dólares no tienen sentido porque el gobierno no tiene posibilidad de emitirlos”, destacó.
“Los precios se están incrementando por los costos que tienen que pagar los importadores”
“El Gobierno no reconoce que la principal adicción del estado es el gasto público”, señaló Barbery.
“El subsidio a los carburantes es uno de los mayores gastos, pero también se pueden revisar otros rubros del gasto”
“La inversión extranjera directa está en cero porque el estado genera competencia ineficiente con sus empresas estatales”
“La apuesta por el agro es uno de los caminos de corto plazo más eficiente para atraer dólares, pero resulta insuficiente con tan alto gasto público”
RALENTIZACIÓN DE LA ECONOMÍA
Barbery expresó su preocupación por que esta situación de incertidumbre lleve a una retracción en el gasto de los hogares, lo que puede llevar a una mayor ralentización de la economía.
“Temo que los hogares disminuyan su consumo y esto lleve a una ralentización de la economía”
“China y Brasil son dos socios comerciales muy importantes, pero buena parte del comercio internacional se transacciona en dólares”, destacó.