Después de la discriminación en un micro del transporte público, el estudiante Reynaldo Montero da su testimonio de superación: bajó 22 kilos de peso en apenas en dos meses y resalta que sigue dando batalla a la obesidad.
Cuando ocurrió el incidente con un chofer que le pidió descender del vehículo porque era “gordo” pesaba 158 kilos. Ahora, gracias al exitoso tratamiento médico en el Centro de Gastrocirugía y Obesidad (CIGO), cambió su vida. La ropa le hace mejor que antes y, sobre todo, siente los beneficios de una mejor alimentación. "Me han llegado a no reconocer", afirmó.
“CIGO me ayudó a comer más sano. solo comer lo que uno necesita comer y no en exceso”, indicó.
“Tengo 5 comidas al día y ejercicio 30 minutos, y estoy mejor”, dijo Montero.
Por su parte, el médico Erwin Viruez destacó la fuerza de voluntad de Montero y recomendó a los niños y jóvenes evitar lo más posible los alimentos con exceso de grasas saturadas y las gaseosas por su alto contenido de azúcar.
“Vivimos en un mundo que tiende al consumo de comida chatarra”, manifestó.
Además, “el sedentarismo ayuda a la obesidad”.
“Reynaldo cumplió el objetivo de bajar de peso y ahora está listo para la cirugía de reducción de estómago”, destacó.
“La obesidad puede volver si no hay disciplina del paciente”, alertó.