“Ni siquiera con una flota de aviones cisterna podemos hacer mucho. Solo la naturaleza puede poner fin a esta tragedia", afirmó Gonzalo Colque, uno de los investigadores de Fundación Tierra que elaboró el informe que confirma que ya hay más de 10,1 millones de hectáreas afectadas por los incendios forestales en el país.
En entrevista con Asuntos Centrales, reiteró que estamos viviendo el peor desastre ambiental en la historia del país y enfatizó que la única forma de detener estos incendios masivos es la llegada de lluvias. Lamentó que, en este momento, las autoridades están prácticamente con las manos atadas frente a la magnitud de la catástrofe y advirtió que en los últimos días se ha reactivado el fuego en zonas como la reserva de El Chore.
A pesar de los esfuerzos de las autoridades, Colque señaló que los operativos de mitigación han sido insuficientes, especialmente en áreas como la señalada, donde se han reactivado focos de fuego en la zona norte, aumentando la mala calidad del aire en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra.
Camino a duplicar las cifras de 2019
Colque reiteró las cifras alarmantes sobre el impacto de los incendios en Bolivia. De acuerdo con el informe de Fundación Tierra, al 30 de septiembre de 2024, "Estamos viendo una duplicación de los incendios respecto al récord anterior de 2019, cuando se alcanzaron 5.3 millones de hectáreas quemadas”.
Ratificó que este año la situación es crítica, especialmente en Santa Cruz, que “concentra el 70% de las áreas afectadas, con 6.9 millones de hectáreas". Además, advirtió que el mes de octubre, históricamente un periodo de alta actividad de incendios, aún podría empeorar la situación si no llegan las lluvias.
El investigador reiteró que los municipios más afectados son San Matías, San Ignacio de Velasco, Concepción y Ascensión de Guarayos, donde los incendios han devastado vastas extensiones de bosque.
Datos con respaldo
El investigador también se refirió a la polémica sobre la credibilidad de los datos proporcionados por la Fundación Tierra, luego de que el ministro de Medio Ambiente cuestionara sus informes. Colque defendió la precisión de sus cifras, explicando que provienen de fuentes satelitales confiables, como las imágenes proporcionadas por la NASA, y coincidió en que los datos y la metodología empleada por el Gobierno y las entidades independientes, no difieren significativamente.