Un desfile de modas a cielo abierto se realizó este viernes en La Paz para rendir homenaje al legado cultural de la chola paceña, la emblemática mujer aimara que con sus largas trenzas, amplias polleras y sombrero bombín es patrimonio cultural de esa ciudad boliviana.
Un escenario de 150 metros de longitud fue montado en la plaza Tejada Sorzano, en las afueras del estadio Hernando Siles de La Paz, para acoger la Pasarela Municipal de la Chola Paceña 'Rumbo al Bicentenario' organizada por la Alcaldía de esa ciudad, sede del Gobierno y el Legislativo bolivianos.
La pasarela se situó en torno a las réplicas del Templete Semi-subterráneo y del monolito Benett pertenecientes a la milenaria cultura tiahuanacota y que desde hace décadas son parte del paisaje en el residencial barrio de Miraflores.
En medio de humo, luces de colores y ocasionales chorros de fuego, decenas de modelos mostraron distintos estilos de la vestimenta típica de las cholas paceñas, conformada por polleras, mantas, blusas, sombreros y vistosas enaguas.
En el primer cuadro del desfile, denominado 'Herencia de nuestras raíces', se lucieron los diseños de Ana Palza y Nélida Arias, con unas "mini cholitas" de 3 a 11 años de edad como protagonistas.
En declaraciones a EFE, Palza, que es diseñadora de joyas y ropa, destacó que con iniciativas como el desfile se busca "rescatar" la cultura boliviana.
Los diseñadores Damaris Yapu, Vera Ticona, Vlady Plata y Bianca Alí presentaron sus creaciones en el cuadro 'Moda y tendencia', en el que resaltaron los elegantes trajes de novia para cholitas, algunos con sombrero, otros con velo y distintos tipos de corsés, pero todos con las características polleras.
El tercer cuadro, 'Alta costura', mostró los diseños de Alejandro Cartagena, Gabriel Monje y Jhesmani Fernández.
Icono de La Paz
El desfile "es una revitalización" de la cultura de La Paz, explicó a EFE el secretario municipal de Culturas y Turismo, Américo Gemio, quien también destacó a la chola paceña como un "icono" de la ciudad.
"La chola paceña es el pulmón, la que sostiene a las familias, es una mujer trabajadora, luchadora, empresaria que radica en nuestra ciudad y además que representa simbólicamente a nuestro país como tal", manifestó Gemio.
La chola fue declarada en 2013 patrimonio cultural intangible de la ciudad mediante una ley municipal que reconoció que la mujer aimara es "la personificación más cabal de la amalgama indo mestiza, que viniendo desde la colonia ha mantenido algunos indestructibles componentes de identidad e individualidad".
El municipio recordó entonces que si bien el traje de las cholitas fue una imposición de la colonia española tras la revuelta indígena de 1781, con los años "devino en una adopción voluntaria de ascenso social por medio de la vestimenta a la que le añadió su creatividad e imaginación femeninas".
Esa creatividad mencionada en la ley edil se ha materializado en las nuevas tendencias de los atuendos de las mujeres aimaras en los últimos años, con colores predominantemente eléctricos para las mantillas, enaguas y polleras.
Hasta fines del siglo XX, muchas aimaras optaban por cambiar su vestimenta tradicional por pantalones o vestidos occidentales, por temor a ser discriminadas cuando llegaban a vivir a las ciudades.
En los últimos años ese miedo quedó atrás y cada vez más cholitas llevan con orgullo el atuendo que las caracteriza, e incluso algunas que dejaron su vestimenta tradicional decidieron volver a sus raíces.
Agencia EFE