En un contexto de crisis política, social y económica, los bonos soberanos de Bolivia han registrado una histórica alza en el último año, según informó el presidente del Colegio Departamental de Economistas de Tarija, Luis Fernando Romero Torrejón. Citando un informe de Bloomberg, señaló que los bonos con vencimiento al 2030 incrementaron su valor en 8 centavos de dólar solo este mes, alcanzando un precio de 60,5 centavos por dólar.
A pesar de este repunte, Romero destacó que la subida de los bonos responde más al clima político que a una mejora en la economía boliviana.
"Las expectativas sobre la posible inhabilitación del expresidente Evo Morales como candidato en las próximas elecciones han generado cierta confianza entre los inversionistas, pero no hay cambios significativos en los indicadores económicos", explicó.
Romero subrayó que Bolivia continúa enfrentando serios desafíos, entre ellos, una deuda pública que supera el 80% del Producto Interno Bruto (PIB), reservas internacionales por debajo de los 2.000 millones de dólares y un mercado paralelo donde el dólar alcanza hasta los 11 bolivianos. La inflación también ha sido una preocupación creciente, situando a Bolivia como la tercera economía más inflacionaria de América Latina en septiembre.
"El país sigue inmerso en una crisis de balanza de pagos y devaluación. La economía boliviana es frágil, y las expectativas de un posible cambio político son lo único que sostienen el optimismo en el mercado de bonos", afirmó el economista. Sin embargo, esta mejora en el valor de los bonos no ha tenido un impacto directo en la vida cotidiana de los bolivianos, quienes siguen lidiando con problemas como la escasez de carburantes y el alto costo del dólar.
Con bloqueos en varias regiones del país y un desabastecimiento de combustible, Romero advirtió que la situación económica podría empeorar en el último trimestre del año, donde se espera un mayor decrecimiento económico y un aumento de la inflación debido al impacto de estos factores y a la inyección de dinero por el pago del aguinaldo, que afectará aproximadamente al 20% de la fuerza laboral.
Finalmente, Romero concluyó que, aunque el alza de los bonos soberanos podría considerarse una señal positiva para los inversionistas, "no cambia la realidad complicada que vive nuestro país. Seguimos en crisis económica y política, y no hay medidas claras para resolverla".