En un intercambio acalorado en sus cuentas de X, Evo Morales, expresidente de Bolivia, denunció un ataque perpetrado por el grupo paramilitar Resistencia Juvenil Kochala, supuestamente financiado por Manfred Reyes Villa, contra el abogado y exdefensor del Pueblo, Nelson Cox. Morales calificó el incidente como un signo del resurgimiento del fascismo bajo el gobierno de Luis Arce y expresó su solidaridad con Cox. Además, señaló que, al igual que durante el golpe de 2019, se están utilizando grupos paramilitares para atacar a la Federación de Trabajadores Campesinos del Trópico de Cochabamba, advirtiendo sobre el peligro que esto representa para la población.
Reyes Villa, en respuesta, acusó a Morales de ser un "delincuente confeso" que manipula a la gente para ocultar sus propios crímenes. En su mensaje, reafirmó que la justicia pronto lo alcanzará por sus acciones y lo tildó de cobarde, afirmando que su reputación está en declive tanto en Bolivia como a nivel internacional.