El Vaticano ha sido testigo de un momento histórico: tras una fumata blanca más rápida de lo esperado, los 133 cardenales reunidos en la Capilla Sixtina han alcanzado un acuerdo y elegido a un nuevo Papa. Las campanas de la basílica de San Pedro repican con fuerza mientras miles de fieles se congregan en la plaza para escuchar el tradicional anuncio: “Habemus Papam”.
El cónclave, el más multicultural en la historia de la Iglesia católica, ha culminado en pocas horas con una votación decisiva. El candidato elegido ha reunido 89 votos, exactamente los dos tercios necesarios para ser proclamado pontífice. Se trata de un desenlace ágil que recuerda a los últimos dos procesos: en 2005, Benedicto XVI fue elegido tras cuatro votaciones; en 2013, Francisco necesitó cinco.
El anuncio oficial será hecho en minutos por el protodiácono de la Iglesia, quien saldrá al balcón central de la basílica de San Pedro para proclamar en latín: “Annuntio vobis gaudium magnum: habemus Papam!” (“¡Os anuncio una gran alegría: tenemos Papa!”). Luego revelará el nombre del cardenal electo y el nombre que ha escogido para su pontificado.
La expectación crece en todo el mundo católico mientras se ultiman los detalles del primer saludo del nuevo líder espiritual de más de 1.300 millones de fieles. Todo está listo para recibir al sucesor de Pedro.