El presidente de Bolivia, Luis Arce, prometió este martes que no quedarán en la impunidad los “crueles asesinatos” de cuatro policías fallecidos durante los recientes bloqueos de carreteras que realizaron grupos de seguidores del exmandatario y exlíder oficialista Evo Morales para presionar por su candidatura presidencial.
En un evento por el 199 aniversario de la Policía de Bolivia, Arce rindió homenaje al sargento segundo Jesús Alberto Mamani y a los subtenientes Carlos Enrique Apata, Brayan Jorge Barrozo y Cristian Calle, quienes, según dijo, “fueron abatidos de manera artera, cruel e inhumana”.
El gobernante aseguró que el “sacrificio” de los cuatro agentes “no será en vano” y que las autoridades no descansarán “hasta que los responsables de estos actos cobardes rindan cuentas ante la ley”, los “autores intelectuales y materiales”.
“La violencia nunca será el camino y aquellos que buscan desestabilizar nuestra sociedad encontrarán la respuesta contundente de un Estado que protege a sus instituciones y principalmente a sus ciudadanos. Esos alevosos y crueles asesinatos no quedarán impunes”, agregó.
Según Arce, los recientes bloqueos de carreteras “fueron desarrollados con la inequívoca intención de deponer al actual Gobierno” y de “obstaculizar el proceso electoral” por “ambiciones personales políticas y electorales”.
El mandatario insistió en que se honrará la memoria de los agentes fallecidos “buscando justicia” y “trabajando juntos para resguardar las elecciones nacionales, para que sea el pueblo quien decida en las urnas el destino” del país “y que no sea la violencia, ni la imposición de quienes no respetan ni la democracia ni la Constitución” boliviana.
También exhortó a los demás órganos del Estado y a las fuerzas políticas a cumplir con los acuerdos alcanzados en los encuentros convocados por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) para “llegar de esta manera en paz a las elecciones del 17 de agosto próximo”.
En el acto, al que asistieron representantes de Carabineros de Chile y de la Policía de Perú, Arce entregó unas banderas bolivianas a los familiares de los fallecidos, mientas detrás de ellos, otros oficiales mostraron las fotografías de los agentes y uno llevaba el estandarte de la Policía con un crespón en señal de luto.
La banda musical de la Policía interpretó el toque de silencio, acompañado por la detonación de salvas en honor a los cuatro fallecidos.
Los seguidores de Morales (2006-2019) bloquearon carreteras entre el 2 y 15 de junio para exigir que el TSE inscriba la candidatura de su líder para las elecciones generales del 17 de agosto con un partido que no está habilitado para los comicios porque no tiene personalidad jurídica.
En medio del conflicto, tres policías murieron por heridas de bala en el norte del departamento andino de Potosí y otro agente falleció en la región central de Cochabamba tras ser retenido por manifestantes.
También se reportó la muerte de un civil, presunto seguidor del expresidente que manipuló mal un explosivo, y el de un joven universitario golpeado hasta morir tras ser acusado de ser un supuesto “informante de la Policía”.
Morales, distanciado de Arce desde finales de 2021, insiste en ser candidato pese a no tener partido y a que el Tribunal Constitucional Plurinacional ratificó recientemente que la reelección en Bolivia está permitida “por una única vez de forma continua”, sin posibilidad de un tercer mandato, y él ya gobernó el país en tres periodos.
Por los conflictos recientes, el Gobierno demandó penalmente al exmandatario por ocho delitos, entre ellos, terrorismo y obstrucción de procesos electorales.