FAUNA. La ocelote fue rescatada en 2023 y no pudo ser reinsertada a la vida silvestre. Permanecerá en el Santuario Ambue Ari, donde trabajan para conectarla con sus orígenes.
Dana debe reencontrarse con la selva. Ese es el desafío en su nuevo hogar. La ocelote rescatada en 2023 del mascotismo, llegó hace poco al Centro de Custodia Ambue Ari, donde ha empezado un proceso de «reconexión» con su hábitat natural, desde el que fue sustraída para convertirse en otra víctima de prácticas ilegales que constituyen una amenaza directa para la conservación de las especies y su ecosistema.
Desde su rescate del lugar en el que vivía junto a humanos, estuvo bajo el cuidado del Centro de Atención y Derivación de Fauna Silvestre (CAD) de la Gobernación de Santa Cruz. Hace poco más de una semana, fue trasladada a Ambue Ari, al no ser posible su reinserción en su hábitat natural. Desde muy pequeña fue tratada como mascota, lo que afectó su capacidad de desarrollar los comportamientos naturales necesarios para sobrevivir de forma autónoma en la vida silvestre.
Por ello, a través del Programa de Manejo Integral de Fauna Silvestre de la Dirección de Recursos Naturales (Direna), la Gobernación la derivó al refugio ubicado en el municipio de Guarayos y administrado por la Comunidad Inti Wara Yassi (CIWY).
El ejemplar de Leopardus pardalis, su nombre científico, no desarrolló los comportamientos naturales de su especie. Dana aún está más interesada en buscar el contacto con humanos; el desafío es que, poco a poco, su interés se vuelque hacia la selva.
«Ella no reconoce olores, no marca el territorio, pero estamos trabajando para devolverle sus comportamientos naturales. Poco a poco, está empezando a jugar con lianas y otras cosas características de la selva», explicó Nena Baltazar, directora de CIWY.
Dana comienza una nueva vida en el refugio, donde buscan conectarla con la selva.
Un entorno adecuado
Antes de llegar a su actual refugio, el animalito permaneció durante más de un año bajo atención veterinaria y seguimiento técnico especializado. Víctor Sossa, responsable del CAD. “Dana fue evaluada por un equipo técnico especializado y, tras un proceso de rehabilitación con redireccionamiento conductual, se determinó su derivación a un espacio donde pueda vivir bajo monitoreo constante y en un entorno adecuado para su bienestar”, explicó Sossa.
Asimismo, el funcionario destacó la dificultad del proceso de derivación, considerando que muchos centros de custodia del país enfrentan actualmente una alta demanda y limitaciones de espacio, debido al aumento de fauna afectada por el tráfico ilegal y los incendios forestales.
En este marco, Sossa agradeció al Centro de Custodia Ambue Ari que aceptó acoger a Dana con dedicación y cariño, como también a todas las instituciones y sociedad civil que intervinieron de uno u otra forma en su recuperación.
Los responsables del CAD de la Gobernación (izq.) derivaron a la ocelote, que fue recibida por los responsables de Ambue Ari (der.)
Por ahora, Dana continúa en su período de observación. Pronto pasará a un recinto en la selva, especialmente adaptado, donde continuará el trabajo en su rehabilitación comportamental para fortalecer sus hábitos naturales y minimizar su apego a las personas. Ella no podrá volver a su hogar natural y en Ambue Ari se esforzarán para brindarle un entorno lo más cercano posible a su hábitat natural.
Su historia es un llamado para que la población no fomente el mascotismo ni el tráfico de fauna silvestre. Protegerla es responsabilidad de todos.