1. No hay duda: la Renta Dignidad de 350 Bs. mensuales necesita un incremento. Con ese monto, a un jubilado apenas sobrevive, es un desafío complejo aumentar el valor y su financiamiento.
2. El candidato Lara, inspirado en un arranque de generosidad electoral, promete subirla a 2000 Bs. al mes. Por si acaso, hay 1.200.000 beneficiarios de la renta Dignidad. La pregunta es: ¿y de dónde saldrá la platita? Pues de eliminar la renta vitalicia de los expresidentes responde el candidato.
3. Hasta ahí suena perfecto: Robin Hood versión tropical. El problema es la matemática: hoy sobreviven 8 expresidentes, cada uno con una renta de unos 20.000 Bs., lo que hace 160.000 Bs. al mes. Con eso se puede cubrir el aumento de la Renta Dignidad… ¡pero solo para 97 abuelitos! Los otros 1.199.903 tendrán que seguir esperando al hada madrina del Tesoro General.
4. Porque la realidad es cruel: el incremento de 1650 Bs. por persona significaría casi 1.980.000.000 Bs. extra cada mes. Ni vendiendo los autos oficiales blindados, ni rifando el Palacio Quemado, y la Casa del pueblo ni subastando la medalla presidencial perdida en un lupanar , alcanzaría.
5. La ironía máxima es que este cálculo básico de sumas y restas no debería sorprender: el año pasado se reveló que apenas 3 de cada 100 bachilleres aprueba un examen de matemáticas. Los otros 97, probablemente, ya están diseñando programas de gobierno y planes de renta milagrosos.