La Cámara Boliviana de la Construcción (CABOCO) declaró el estado de emergencia en el sector debido a una serie de factores que, según la institución, amenazan la sostenibilidad de la industria y ponen en riesgo la continuidad de proyectos de infraestructura clave para el desarrollo económico y social del país.
En un pronunciamiento oficial, CABOCO señaló que las empresas constructoras enfrentan demoras en la cancelación de planillas por parte de entidades públicas, lo que genera iliquidez, incumplimiento de compromisos en la ejecución de obras y dificultades para responder a obligaciones tributarias. Exhortaron al Gobierno a garantizar el pago oportuno de las deudas con el sector.
El documento también denuncia que el régimen tributario actual constituye una carga insostenible, con una presión fiscal excesiva y un sistema informático (SIAT) que presenta fallas crónicas y genera multas injustas a los contribuyentes. “Demandamos una revisión exhaustiva de la política tributaria que considere la realidad del sector formal, fomentando la inversión en lugar de penalizarla”, enfatiza el texto.
Otro de los puntos críticos identificados es el incremento sin precedentes en los precios de materiales, equipos y maquinaria, lo que eleva los presupuestos de las obras y pone en duda la planificación de futuros proyectos. La organización plantea como urgente la estabilización de precios y una revisión al alcance del Decreto Supremo N° 5321, que pretendía dinamizar la inversión pública con reajustes de precios unitarios, pero que, según CABOCO, no ha tenido los efectos esperados debido a trabas burocráticas y falta de recursos en entidades estatales.
Entre las medidas que proponen se encuentran pausar obras hasta aprobar contratos modificatorios que viabilicen reajustes, rescindir contratos cuando no exista presupuesto suficiente y exigir que no se liciten proyectos sin actualización de precios. Asimismo, solicitan un nuevo decreto que contemple reajustes integrales para materiales, equipos e insumos, nacionales e importados.
La Cámara también alertó sobre dos problemas adicionales: la escasez de combustibles, que retrasa el transporte de materiales y encarece los costos, y la falta de divisas, que dificulta la importación de insumos y maquinaria necesarios para el sector.
Finalmente, CABOCO manifestó que es urgente abordar esta problemática de manera conjunta y se declaró dispuesta a colaborar con el Gobierno y actores relevantes para encontrar soluciones. “Construyamos Bolivia con empresas bolivianas”, concluye el pronunciamiento.