El presidente electo de Bolivia, Rodrigo Paz, detalló en una entrevista con EL PAÍS sus planes para el futuro del país, enfocándose en la necesidad de recuperar la presencia internacional de Bolivia tras años de aislamiento. Paz destacó que uno de los principales desafíos será superar la actual crisis económica, marcada por la inflación, la recesión y el desabastecimiento, especialmente en combustibles.
Para enfrentar esta situación, el mandatario electo apuesta por un modelo económico basado en el “capitalismo para todos”, que busca integrar tanto a la economía formal como a la informal, que representa la mayoría de los trabajadores bolivianos. Además, insistió en la necesidad de reformar el Estado para eliminar trabas que dificultan el desarrollo empresarial y promover la iniciativa privada.
En materia de política exterior, Paz confirmó su intención de restablecer relaciones diplomáticas con Estados Unidos y fortalecer vínculos con países vecinos como Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay, especialmente para garantizar el suministro de hidrocarburos, una cuestión crítica para la estabilidad del país.
Sobre la conformación de su gobierno, adelantó que el gabinete estará compuesto por profesionales elegidos bajo criterios de mérito y que se buscará reflejar la diversidad cultural y social de Bolivia. También señaló la importancia de construir consensos en el Parlamento para asegurar la gobernabilidad y avanzar en las reformas necesarias.
Finalmente, Paz hizo un llamado a la unidad nacional y a la reconciliación, subrayando su compromiso de trabajar para que Bolivia recupere protagonismo internacional y mejore las condiciones de vida de sus ciudadanos.
