Las fuertes lluvias que azotaron el municipio de Samaipata, en el departamento de Santa Cruz, provocaron el desborde de ríos y el arrastre de mazamorras que afectaron a más de 1.000 familias en distintas comunidades. Viviendas quedaron inhabitables, caminos colapsados y servicios básicos, como agua y electricidad, interrumpidos, dejando a los pobladores en situación de alta vulnerabilidad.
El gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, informó que brigadas médicas y de rescate trabajan en coordinación con la Alcaldía de Samaipata y el Comité Pro Santa Cruz para atender a los damnificados, llevando alimentos, medicamentos y apoyo psicológico, especialmente a niños y adultos mayores. Según Camacho, “el trabajo conjunto se fortalece cada día y la esperanza de encontrar a las personas desaparecidas nos mantiene en constante operativo”.
La Alcaldía de Samaipata indicó que personal técnico junto a la cooperativa de agua COOFLOR R.L. trabaja para restablecer el suministro en las comunidades afectadas, mientras voluntarios y grupos de rescate se suman a la entrega de ayuda humanitaria y limpieza de los caminos inundados. Entre los afectados, se encuentra un importante número de familias que aún no pueden trasladarse a albergues debido al daño estructural de sus viviendas y la imposibilidad de acceso a sus comunidades.
El Comité Pro Santa Cruz destacó que hasta el momento se han enviado 15 toneladas de ayuda entre alimentos, medicinas, ropa y herramientas, y que se necesita continuar el aporte de la población para cubrir las necesidades urgentes de los habitantes. Entre los trabajos prioritarios figura la prevención de posibles brotes de enfermedades gastrointestinales y respiratorias que podrían generarse por las condiciones de insalubridad tras el desastre.
