La expresidenta Jeanine Áñez pidió que las investigaciones sobre los casos Senkata y Sacaba se reinicien desde cero y con imparcialidad, antes de que se defina un eventual juicio de responsabilidades. Lo dijo el miércoles en una entrevista con Asuntos Centrales, a casi un mes de haber recuperado su libertad tras permanecer cerca de cinco años detenida.
Áñez sostuvo que los procesos en su contra fueron impulsados con fines políticos y sin posibilidad de defensa.
“Yo no tenía ninguna opción. Todo estaba orientado a acusar. Si se va a investigar, que se haga bien, no con una investigación ya sesgada”, afirmó durante su conversación con nuestro programa.
Sobre el denominado “decreto de la muerte”, aseguró que fue aprobado en Consejo de Ministros y no otorgaba facultades para vulnerar derechos humanos.
“Que demuestren en qué parte del Decreto Supremo dice algo ilegal o abusivo. Esa norma tuvo la firma de todos los ministros presentes”, señaló.
La exmandataria también cuestionó que se la haya sometido a procesos ordinarios sin considerar su condición de expresidenta. Recordó que durante su gobierno se realizaron informes que no fueron tomados en cuenta por las autoridades judiciales posteriores.
En su regreso a Trinidad, Áñez nos dijo que está enfocada en su familia y en retomar su vida cotidiana después del encierro. “Cinco años no son fáciles. Estoy acomodándome y respirando libertad”, expresó.
Si bien aseguró que se mantiene comprometida con el país, descartó que eso implique buscar una candidatura:
“No necesito un cargo público para estar comprometida con Bolivia. Donde pueda ayudar, lo haré”, sostuvo en Asuntos Centrales.
Áñez reiteró que la prisión tuvo un impacto profundo en ella y su entorno: “La cárcel te marca. Fue demasiado fuerte. Pero aquí estoy de pie, con la esperanza puesta en que a Bolivia le vaya mejor”.
