La Federación de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB) decidió iniciar una huelga general indefinida en rechazo al Decreto Supremo 5503, que eliminó la subvención a los combustibles, y exigió la atención de sus demandas laborales y sociales. La medida fue adoptada durante un ampliado nacional de emergencia, en el que el sector minero reafirmó su unidad y coordinación con otras organizaciones sociales.
Según los dirigentes, las nuevas políticas del Gobierno de Rodrigo Paz favorecen a los sectores más acomodados mientras afectan a la clase trabajadora y al costo de vida de las familias bolivianas. Como parte de la protesta, los mineros planifican movilizaciones regionales, bloqueos de carreteras y acciones conjuntas con otras organizaciones sociales.
El dirigente André Payé indicó que la huelga se mantendrá hasta que se derogue el decreto y se atiendan las demandas del sector. Además, señaló que estas acciones serán presentadas ante la Central Obrera Boliviana (COB) para fortalecer la coordinación nacional.
Paralelamente, el transporte urbano e interprovincial ha realizado paros de 24 horas como medida de presión ante el impacto del alza de los combustibles. Los trabajadores mineros y del transporte aseguran que continuarán con la movilización hasta lograr cambios en las políticas económicas del Gobierno.
