Bolivia prende las alarmas ante casos de feminicidio con víctimas cada vez más jóvenes

Bolivia prende las alarmas ante casos de feminicidio con víctimas cada vez más jóvenes

Bolivia prende las alarmas ante casos de feminicidio con víctimas cada vez más jóvenes

En 2023, Bolivia registró 81 feminicidios y entre enero y febrero de este año se reportaron 12 casos

Bolivia conmemora el Día Internacional de la Mujer con el problema persistente de la violencia hacia las mujeres y la preocupación ante casos de muertes violentas con víctimas cada vez más jóvenes, como el caso de Noelia, una adolescente activista por los derechos humanos cuyos feminicidas fueron dos menores de edad.

Bolivia está "entre los países con los índices más altos de violencia hacia las mujeres" y el 75 % de la población femenina ha sufrido algún hecho de violencia a lo largo de su vida, explicó a EFE la jefa de Oficina de ONU Mujeres en Bolivia, Nidya Pesántez.

Según Pesántez, los feminicidios son "una gran preocupación" porque son "el resultado de un proceso" de violencia que puede comenzar con palabras o gestos, y escala hasta una muerte violenta.

En 2023, Bolivia registró 81 feminicidios y entre enero y febrero de este año se reportaron 12 casos, según la Fiscalía.

Las autoridades destacan que el número de feminicidios fue inferior respecto a los años anteriores, pero las organizaciones feministas han alertado varias veces sobre el lamentable promedio de 110 casos anuales desde 2014.

"(La cifra) ha bajado evidentemente, pero nosotras siempre decimos que no dejan de ser pérdidas de vidas de mujeres y que no pueden contarse meramente como números", dijo a EFE la directora del Centro de Promoción de la Mujer ‘Gregoria Apaza’, Carla Gutiérrez.

También lamentó que estén ocurriendo "feminicidios de chicas cada vez más jóvenes", que estos sucesos ocurran en etapas de emparejamiento muy anteriores al matrimonio y "casos de violencia que se ven en las escuelas".

Vida truncada

Ese fue el caso de Noelia, cuyo cuerpo fue hallado el pasado 14 de febrero en un terreno baldío en El Alto, la ciudad vecina de La Paz.

Noelia tenía 17 años y fue parte de un grupo de jóvenes activistas formados para la prevención de noviazgos violentos, explicó Gutiérrez, cuya organización se encargó de esas capacitaciones con apoyo del Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa).

Tras una salida con algunos amigos, la muchacha fue abusada sexualmente "y esa ha sido la causa para el feminicidio", lamentó Gutiérrez.

Los autores son dos adolescentes también de 17 de años, uno de ellos, el que confesó el delito, acababa de conocer a la joven, y el otro era su amigo y es investigado como posible "coautor" o cómplice.

El joven que confesó fue sentenciado a finales de febrero a 6 años de reclusión en un centro de rehabilitación para menores infractores de la ley.

La sentencia es inferior a los 30 años sin derecho a indulto establecidos en la ley 348 contra la violencia machista vigente desde 2013 porque el acusado es menor de edad.

Gutiérrez señaló que "es muy complejo tener que asumir un caso en contra de otro menor", si bien se trata de "menores que han sido capaces de cometer agresiones sexuales y feminicidios, que son delitos muy graves".

"Este tipo de delitos no pueden ser juzgados tan ligeramente", reflexionó la activista, ya que el autor confeso, que  cumplirá 18 años dentro de seis meses, saldrá de su detención probablemente dentro de tres años.

Normalización alarmante

El caso de Noelia mereció la condena del Sistema de Naciones Unidas, que alertó que los feminicidios son "manifestaciones de la más brutal y extrema violencia hacia las mujeres".

Una violencia que pareciera que se ha normalizado y que va acompañada por un "desconocimiento" de cómo estos sucesos pueden derivar en un feminicidio, enfatizó Pesántez.

"No creo que la sociedad boliviana haya normalizado el feminicidio, pero sí la violencia como un mecanismo de disciplina a las mujeres" que en algunos lugares aún son vistas como "seres inferiores" y que "necesitan ser tuteladas", afirmó.

El Estado, "como garante de derechos", debe invertir en la prevención, en los "servicios esenciales" para atender a las víctimas de violencia y en la restitución de sus derechos para que estos sucesos no queden impunes, agregó.

Para Gutiérrez, la normalización se da porque el sistema patriarcal todavía es "muy fuerte" y porque los medios exponen los casos de violencia como "un show mediático" carente de información o reflexión.

A su juicio, "hay que trabajar muchísimo en temas de sensibilización e información", tanto Estado como sociedad. La Paz, 8 mar (EFE).-

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