La UPB logró cuatro reconocimientos en el Premio Plurinacional de Ciencia, Tecnología e Innovación 2023, que impulsa el Viceministerio de Ciencia y Tecnología. El galardón tiene como finalidad incentivar la labor de científicos y otros profesionales vinculados a la investigación y la tecnología.
María Fernanda Pereyra se alzó con el premio mayor en la Categoría Jóvenes Investigadores, dentro del área “Saberes y conocimiento de las naciones y pueblos indígenas originarios campesinos”.
“La investigación examina la relación entre el sincretismo religioso y cultural de la población de la región andina y la construcción de edificios. Se centra en el estudio de los ritos y ofrendas que se practican en las ciudades de La Paz y Cochabamba, como actos para el aseguramiento social y simbólico alrededor de la edificación”, aclaró Pereyra sobre su proyecto.
Por su parte, Miguel Ángel Calle logró el primer premio en la misma categoría, Jóvenes Investigadores, aunque dentro del área Energías y Minería, a través del proyecto “Diseño de sistema de gestión de baterías de litio ferrofosfato”.
Calle creó un sistema de gestión de baterías para acumuladores de litio o para baterías de autos eléctricos. Lo que hace es permitir que la carga y descarga sean precisas y controladas. En un banco de baterías es de gran importancia que todas las celdas se puedan cargar a su propio ritmo. Con eso se alarga el tiempo de vida de los acumuladores y además se garantiza un aprovechamiento óptimo de la carga. El sistema fue diseñado y fabricado para un vehículo eléctrico que la UPB creó para la competencia Rally Solar, realizada en Cochabamba hace unos meses.
“Nosotros somos una institución educativa y parte de nuestro trabajo es generar conocimientos. Estamos demostrando que además estamos forjando ese conocimiento con los chicos de pregrado. Esto es un trabajo del estudiante con el Laboratorio de Investigación en Tecnologías Industriales y Robótica de la UPB, entonces es realmente mucho mérito. Estoy muy orgullosa de Miguel”, sentenció la Profesora Cecilia Tapia, tutora del alumno ganador.
Por su parte, Gustavo Siles y su equipo se alzaron con un galardón en Ciencia de Excelencia, dentro del área de “Telecomunicaciones, tecnologías de información y comunicación”. Siles, que se desempeña como investigador y docente en el campus cochabambino de la UPB, acudió con su equipo de trabajo, compuesto por estudiantes y exestudiantes de la universidad.
“Se llama ‘Proyecto integral IoT con sensores meteorológicos y tecnología LoRa: Implementaciones, pruebas, información’. El proceso ha durado casi 2 años y medio porque ha tenido varias fases. Por un lado, esta tecnología LoRa es para el Internet de las Cosas (IoT), pero recién en 2021 se reguló su uso en Bolivia. Aprovechando que se dio la luz verde a eso desde la ATT, la UPB decidió adquirir algunos sensores meteorológicos, incluyendo antenas y equipamiento en general”, expresó Siles sobre su proyecto ganador.
Después llegó la parte de implementaciones y pruebas, como indica el título del proyecto. El tramo final del proceso corresponde a la parte de formación. El año pasado se dio fin a todo el ciclo realizando un curso de capacitación interno en el que se utilizó el equipamiento adquirido.
“Sin duda para la Universidad desde el plan institucional es muy importante porque pone en valor la investigación, que es fundamental para esta casa. Evidentemente hay un investigador principal, que es mi persona, pero hay un equipo por detrás, y a veces en el trabajo del día a día quienes están en primera línea son los estudiantes”, argumentó Siles por su lado.
El cuarto premio fue obtenido por Ramiro Escalera Vázquez, Ph.D., Director del Centro de Investigaciones en Procesos Industriales (CIPI), en la categoría Ciencia de Excelencia, dentro del área “Recursos Naturales, Medio Ambiente y Biodiversidad”.
“El proyecto ha sido desarrollado tras una alianza entre la UPB y la Universidad Mayor de San Francisco Javier, donde fue implementado por el ingeniero Juan Simón Torres Espada, quien diseñó y construyó un filtro relleno con nanopartículas de óxido de hierro y de hierro metálico. Esto tiene dos métodos de fabricación mecánicos que son mucho más baratos, usando materiales como arena de río, carbón vegetal o ladrillo molido, por ejemplo”, comentó el docente.
El filtro en cuestión fue probado en la UPB utilizando aguas contaminadas con arsénico, existentes en el Valle de Cochabamba. Las muestras recogidas exceden cerca de 80 veces la norma boliviana de agua potable. Afortunadamente, los resultados obtenidos en el Centro de Investigación en Procesos Industriales fueron muy alentadores. El filtro ha demostrado su eficiencia, además de ser accesible y de dimensiones reducidas para poder conectarse al grifo de una cocina.
“Lo importante es la alianza entre dos disciplinas. El ingeniero Torres es ingeniero mecánico, mientras que yo soy ingeniero químico. Entonces hay una colaboración interdisciplinaria e interuniversitaria público-privada. Y el impacto de este proyecto por la situación del agua en nuestro país es profundo porque es bastante barato y sencillo de usar”, sentenció el Dr. Escalera.
Tanto para los docentes como para los estudiantes participantes, el impacto de este premio no pasa desapercibido. El estímulo económico y el reconocimiento por parte de un órgano público cobran gran importancia para futuros proyectos de ciencia y tecnología en nuestro país.
“Es un reconocimiento a la importancia de integrar la tradición y la innovación en el campo de la construcción, y me llena de orgullo poder contribuir a la preservación y valorización de nuestra herencia cultural a través de mi trabajo. Desde luego, ganar este premio no solo es un logro personal, sino que posiciona a la universidad como un lugar donde se fomenta a los jóvenes a la innovación, destacando su compromiso