Querido José María: Tú representas la valentía inquebrantable de los ciudadanos bolivianos de a pie. Eres la representación ideal del hombre y la mujer de bien que son la esencia y el motor de la economía y la sociedad. Eres el reflejo del esfuerzo personal e iniciativa propia, de la libertad económica, y la capacidad de superar obstáculos a través del ingenio y el trabajo duro.
José María, tú representas el espíritu de la verdadera comunidad boliviana: patriota, trabajador, solidario y emprendedor con valores profundamente arraigados en el amor por tu familia, tu región y tu país. Personificas el anhelo de libertad, paz y prosperidad, que a pesar de las adversidades, son deseos que nunca cesan de impulsarte hacia adelante. Tú eres alguien que con esperanza, valora la vida, la libertad, la justicia imparcial y la propiedad privada. Tu país y tu familia son pilares de tu existencia.
En tu corazón late el deseo de libertad económica y la voluntad de emprender. Eres el ciudadano ejemplar que busca prosperar, mediante el trabajo honesto, en un entorno libre de trabas burocráticas y restricciones donde tu ingenio no tenga límites. Sin embargo, te encuentras frente a un Estado que limita tu potencial y tus libertades a través de la intervención excesiva, la corrupción y la regulación opresiva, impidiendo así la materialización de tu proyecto de vida y el de tus compatriotas.
José María, tú anhelas una sociedad libre donde se permita la fluidez del comercio y la innovación en beneficio de todos. En este escenario ideal, tú tendrías la posibilidad real de contribuir al desarrollo y al bienestar colectivo, basándote en tus habilidades, determinación y creatividad, sin ser presa de un Estado abusivo que coarte tu libertad, te ahogue en burocracia, te extorsione y te persiga por pensar diferente.
Comparto contigo la preocupación por nuestra Bolivia que navega sin rumbo, secuestrada por sus gobernantes incompetentes. Con una economía cada vez más inestable deambulando al abismo. El desencanto que tenemos con la clase política tradicional egoísta y de prebendas, amante del centralismo y del estatismo, desconectada de las necesidades reales de la población y entrabando el progreso, es una constante en nuestras mentes.
A pesar de estos desafíos, admiro tu espíritu, tu amor a nuestra patria secuestrada y tu desbordante optimismo que pronto habrá un futuro mejor.
José María esta es la primera de varias cartas dirigidas a ti, que publicaré periódicamente por este medio. Con palabras sencillas, deseo llegar a todos aquellos que se identifican contigo. En lugar de ofrecer los aburridos planes de gobierno que nadie lee y que todo político tradicional promete, cada carta abordará un tema de tu preocupación y las posibles soluciones que podemos trabajar juntos.
"José María Del Pueblo. Vota por ti" no es solo un título. Es un llamado a tu consciencia política, a reconocer que las elecciones generales del 2025 trascienden las viejas divisiones de derechas e izquierdas. Se trata de definir el tamaño y el papel del Estado en nuestras vidas y de restituir y ampliar nuestras libertades arrebatadas. Se trata de recuperar la patria.
En el centro de todo, estás tú y tu capacidad de decidir el curso de nuestro país. Imagina un gobierno que, más que ser liderado por una sola persona, sea un reflejo de tus valores y aspiraciones. Por eso, en las próximas elecciones, tienes la oportunidad de elegir una propuesta que realmente te devuelva el poder. Al final, debes votar por ti mismo.