La experta en demografía de la UAGRM, Melvy Vargas, y el director del Instituto Cruceño de Estadística (ICE), Juan Pablo Suárez, resaltaron los avances durante el Censo 2024, pero demandaron una pronta “encuesta post censal” que permita detectar si hubo o no fallas estructurales en la consulta a la población.
Durante un diálogo con Asuntos Centrales, tanto Vargas como Suárez señalaron que la jornada censal estuvo dentro de los parámetros de la normalidad, con algunos conflictos y problemas muy puntuales como los líos de límites, la falta de censistas y la susceptibilidad de ciertas personas con algunas preguntas.
“Fue un censo aceptable, no hubo grandes problemas”, dijo Vargas.
“El censo se pudo llevar a cabo en general con normalidad, pero la calidad del censo se medirá por una encuesta post censal”, indicó Suárez.
Ambos no se animaron a afirmar, como lo hizo el presidente Luis Arce Catacora, que fue el mejor censo de la historia, dado que es difícil comparar los censos debido a que, después de 12 años, como en este caso, las tecnologías y los procesos de recolección de datos cambian de forma considerable.
El Instituto Cruceño de Estadística (ICE), una entidad dependiente de la Gobernación de Santa Cruz, detectó varios “incidentes” durante el Censo 2024. Por ejemplo, observó que varias familias fueron omitidas del levantamiento de información durante el censo y que algunos censistas incurrieron en la “falsificación de datos” de los hogares registrados.
Estos “incidentes” están anotados en un reporte que fue divulgado por el ICE, la entidad que apoyó al Instituto Nacional de Estadística (INE) en operativo del fin de semana.
“Hubo familias susceptibles con algunas preguntas”, señaló suárez.
“Algunos vecinos acusaban a otros de que estaban mintiendo y no pocos muchachos sintieron la presión y dejaron el empadronamiento, lo que complicó al INE”, explicó el director del ice.
Por su parte, Vargas destacó que “en el área rural faltaron boletas y en las ciudades faltaron empadronadores en algunas zonas”.
“La única forma de medir si fue bueno o no dependerá de la encuesta post censal”, advirtió.
Suárez explicó que “se pregunta a ciertos hogares de forma aleatoria si se hizo el censo o no”.
“La encuesta post censal aceptable debe estar entre 5 y 10% máximo, si la encuesta da 20% como recientemente ocurrió en Paraguay, entonces se hizo mal el censo”, alertó.