A 30 años de la Ley de Participación Popular, la revolución de los municipios es una realidad. Así lo cuenta Carlos Hugo Molina, uno de sus principales mentores junto a Roberto Barbery, en esta entrevista con Asuntos Centrales.
Molina destacó que, en 10 años, el área metropolitana de Santa Cruz tendrá 5,5 millones de habitantes” con todos los desafíos que ello conlleva. “Las zonas metropolitanas congregan grandes concentraciones urbanas en todo el mundo, San Pablo con 18 millones de personas y Ciudad de México con 24 millones son ejemplos de este fenómeno”, indicó.
Nada fue igual después de aquel 20 de abril de 1994 en que se promulgó la Ley de Participación Popular que abrió las puertas a los municipios como entidades centrales de la construcción del nuevo Estado boliviano.
En ese momento, el 45% de la población vivía en el área rural y 55% en las áreas urbanas, con solo 186 municipios. Hoy tenemos 339 municipios autónomos, un fenómeno único en América Latina, donde los gobiernos locales, ejecutivos y legislativos, son electos de forma directa por el voto popular y definen sus presupuestos y planes de desarrollo de forma autónoma.
El desafío, señala Molina, sigue siendo mayúsculo si se tiene en cuenta que 256 de esos municipios no cuentan con acceso a hospitales de tercer nivel y enfrentan grandes carencias en materia laboral y de infraestructura.
“La Ley de Participación Popular permitió la valorización del territorio”, remarcó Molina.
En este sentido, destacó que “se transfirieron el 20% del Presupuesto General de los recursos de forma directa a los municipios”.
“Hay una transformación enorme por el fortalecimiento de los municipios”, remarcó.
“El 80% de la población boliviana ya vive en el área urbana”, señaló.
Por eso, en Bolivia, “el cambio pasa hoy por el espacio urbano. La gente ya decidió dónde vivir en estas 30 ciudades”.
“La propuesta de ciudades intermedia tiene que generar un cambio para todo el país”
“Tenemos 51 ciudades intermedias entre 20.000 y 100.000 urbes”
Por ejemplo, “Charagua tiene 74.000 kilómetros y 35.000 habitantes, tres países El Salvador entrarían en ese municipio”.
“Vamos a tener un millón de kilómetros cuadrados sin gente”, anticipó.