Un escándalo de corrupción en Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) pone en riesgo el proceso de industrialización del litio en Bolivia. Así lo confirmó el viceministro de Altas Tecnologías Energéticas, Álvaro Arnez, luego de dar a conocer la denuncia por daño económico al Estado por 425 millones de bolivianos en la construcción de piscinas evaporíticas en el Salar de Uyuni.
En diálogo con Asuntos Centrales, Arnez ratificó que el Gobierno mantiene en secreto los convenios firmados con empresas de China y Rusia para explotar el litio boliviano.
YLB presentó denuncia formal por corrupción y daño económico por Bs 425 millones en la construcción y mantenimiento de las piscinas evaporíticas en el salar de Uyuni.
También se pudo constatar que 18 piscinas industriales se encuentran inoperables por el uso de membranas PVC en menos grosor que lo recomendado.
Son 11 los denunciados, entre exfuncionarios públicos y la empresa contratada.
“Esta denuncia es fruto de una auditoría que realizó YLB al sector de las piscinas evaporíticas que alimentan a las plantas de cloruro de potasio y carbonato de litio”, explicó Arnez.
“Estas piscinas debían trabajar en 20 líneas, de las cuales solo se construyeron 12. Dentro de esas 12 piscinas en mal estado se ha definido el daño al Estado”, señaló.
Consultado si este caso de corrupción pone en riesgo el proceso de industrialización del litio en Bolivia, Arnez señaló que, evidentemente, “toda planta industrial se piensa a partir de los insumos para su producción. No podemos producir sino tenemos dichos insumos. Estas piscinas deberían haber sido bien operadas para tener una capacidad óptima en estas plantas de 350.000 toneladas de litio”.
Incluso, “la Planta de Carbonato de Litio fue licitada sin tener en cuenta una planta procesadora de agua, que es un insumo fundamental”.
“Estas malas decisiones han llevado a generar este daño por lo cual YLB puso una denuncia ante las autoridades judiciales”, manifestó.
“El riesgo para el proceso de industrialización del litio en Bolivia está en el sector de la producción. Si tuviéramos estas 20 líneas operando tendríamos la capacidad de la Planta de Cloruro de Potasio en operaciones y, de la misma manera, tendríamos mayor cantidad de insumos para la Planta de Carbonato de Litio”, indicó el Viceministro.
“Este riesgo surge de los resultados de la auditoría, por lo que ahora se adoptarán medidas para garantizar la impermeabilización de las piscinas y continuar con todo el proceso”, dijo Arnez.
Consultado sobre los convenios firmados con empresas de China y Rusia para impulsar el proceso de industrialización del litio, Arnez dijo que son convenios con cláusulas de confidencialidad que “se deben respetar”.
Industrialización del litio en crisis
Por su parte, la presidenta de Yacimientos del Litio Boliviano, Karla Calderón, atribuyó el retraso en la industrialización del litio a las correcciones que demandó las condiciones lamentables y las fallas de diseño encontradas en la construcción de la Planta Industrial de Carbonato de Litio.
Explicó que, al retomar el proyecto, se encontraron con un avance financiero del 60% ya desembolsado, mientras que físicamente no representaba ni siquiera el 20%. Señaló que el diseño con el que se había adjudicado la construcción de la planta presentaba serias deficiencias.
Uno de los problemas fundamentales eran las piscinas, que no habían sido planificadas adecuadamente para resistir las condiciones ambientales. Estas piscinas, que estaban expuestas a la radiación durante mucho tiempo, terminaron dañándose debido a la baja calidad del material utilizado.
La instalación de estas piscinas estaba destinada al método de evaporación para obtener la materia prima necesaria para el funcionamiento de las plantas. Hoy estas piscinas se encuentran totalmente inutilizadas, declaró al canal estatal.
Una publicación del Ministerio de Hidrocarburos y Energía precisa que 18 piscinas industriales no estaban operables, debido a que la adquisición de la geomembrana PVC, que se utiliza en la impermeabilización no cumple el espesor estándar, según contrato (0.75 mm) y se adquirió una de 0.50 mm, situación que habría causado el deterioro del recubrimiento.
La inversión inicial para la Planta Industrial y la Planta de Tratamiento de Agua ascendió a 1.000 millones de bolivianos, sin contar con la inversión adicional para las líneas de las piscinas. Tras una auditoría detallada, Calderón informó que se ha identificado un daño económico de 425 millones de bolivianos, que incluye ejecuciones por incumplimiento de contrato y lucro cesante por la incapacidad de producir lo proyectado.
Al recibir el proyecto, éste se encontraba apenas en sus cimientos, con múltiples problemas en la infraestructura. Sin embargo, dijo que gracias a la experiencia adquirida con la Planta Piloto de Carbonato de Litio, se logró poner en marcha la planta industrial, aunque con un gran esfuerzo para superar el diseño ineficiente.
Aclaró que la recepción de la Planta Industrial no implicó una operación inmediata, sino el inicio de una serie de trabajos y procesos para poder operar, como se hace actualmente. No obstante, advirtió que, debido a las falencias iniciales, se anticipan complicaciones para alcanzar la máxima capacidad operativa.
Bolivia puede perder el tren del litio
El experto en temas mineros, Héctor Córdova, alertó sobre el futuro incierto del proyecto de industrialización del litio en el Salar de Uyuni, Bolivia, y destacó la urgencia de tomar decisiones inmediatas para no quedar rezagados en esta industria. Córdova advirtió que, sin acciones rápidas, "podemos perder el tren definitivamente" frente al avance registrado en otros países.
Durante su participación en el programa "Hagamos Democracia" de la red Erbol, Córdova señaló que el cambio de las piscinas de recuperación implementadas durante el gobierno de Evo Morales por el nuevo método de Extracción Directa de Litio ha significado una pérdida de tiempo aproximada de tres años.
Además, comentó que, aunque se ha realizado una significativa exploración en el Salar de Uyuni, encontrando grandes cantidades de litio, estos recursos no se pueden aún considerar como reservas confirmadas.
"Para convertir esos recursos en reservas, se debe demostrar que son explotables de manera económica, social y ecológica; solo entonces pueden considerarse reservas", explicó Córdova. "Si revisamos el mapa mundial de reservas de litio, Bolivia no figura en él, pero lidera el mapa de recursos", agregó.
El experto también señaló que, aunque Bolivia inicialmente ocupaba una posición líder, ahora enfrenta competencia debido a nuevos yacimientos descubiertos en Estados Unidos, Perú, México, y varios países europeos como Finlandia, Inglaterra, Portugal y España.
“Hay litio ya por todas partes y además, como ocurre cuando hay una dependencia muy fuerte de una materia prima, se buscan sustitutos. Y ya se los ha encontrado”, manifestó el experto.
Además, mencionó que el desarrollo de materiales alternativos, como las baterías de sodio en China y el uso de hidrógeno como fuente de energía, representa un desafío adicional.
Córdova también cuestionó la eficacia de los vehículos eléctricos en la reducción de emisiones de carbono, al requerir la quema de gas para su electricidad. Subrayó que este proceso de transición energética, junto con el descubrimiento de nuevas tecnologías y yacimientos, coloca a Bolivia en una situación desfavorable a nivel internacional.
Explicó que el triángulo del litio latinoamericano (Bolivia, Chile y Argentina) ya no es tanto un triángulo, porque Brasil ya se ha lanzado fuertemente a la explotación de su litio, y Chile y Argentina ganaron a Bolivia en la carrera donde como país estuvo a la cabeza en un determinado momento.
Finalmente, anticipó que Perú podría convertirse en una nueva fuerza en la industria, gracias a su asociación con una destacada empresa canadiense que podría acelerar su proyecto. Advirtió que, con la creciente competencia y la aparición de sustitutos, los precios del litio podrían caer, lo cual pondría a Bolivia en una posición aún más complicada en el mercado global.