La crisis financiera por la escasez de dólares está afectando a casi todos los sectores de la economía. Las obras urbanas en las ciudades del eje, Santa Cruz, La Paz y Cochabamba, pero también las otras capitales de departamento, ya están sintiendo el incremento de precios para la continuidad en la construcción de infraestructura y equipamiento social. De hecho el alcalde Johnny Fernández está buscando un Pacto Anticrisis con los empresarios para impulsar las obras urbanas y el trabajo local.
En ese marco, la arquitecta y urbanista Ruvi Suárez Subirana propone una mirada diferente a la problemática desatada por la falta de dólares en la economía: apostar por las ciudades a través de “enfoques más resilientes y sostenibles”.
En diálogo con Asuntos Centrales, Suárez reconoció que “en estos tiempos difíciles, Bolivia enfrenta una crisis financiera por la escasez de dólares. Para superarla, debemos redirigir nuestras estrategias hacia enfoques más resilientes y sostenibles”.
“Una medida clave que el país puede adoptar es la implementación y fortalecimiento de la Política de Ciudades. Aunque ya propuesta, esta iniciativa aún no ha ganado la fuerza necesaria. Sin embargo, tiene el potencial de convertirse en un pilar fundamental para enfrentar la crisis, promoviendo el desarrollo urbano integral y el fortalecimiento de nuestra economía local”, destacó la analista.
La Política de Ciudades, tal como se describe en el documento del Ministerio de Obras Públicas, Servicios y Vivienda con el apoyo de ONU-Hábitat Bolivia, busca “orientar los procesos de planificación, inversión y evaluación de políticas públicas desde, para y con las ciudades”.
“Este enfoque reconoce a las ciudades como actores centrales en el desarrollo nacional y demanda un régimen especial que considere las particularidades y complejidades urbanas actuales”, explicó Suárez.
Resiliencia urbana
Ruvi Suárez remarca que la clave de todo este proceso está en el concepto de resiliencia. “Adoptar la Política de Ciudades no solo aborda la crisis financiera desde una perspectiva estructural, sino que también impulsa la resiliencia urbana. Al promover un desarrollo urbano integral, se fomenta la diversificación del modelo económico, se reduce la desigualdad y se asegura la sustentabilidad ambiental. Esto convierte a las ciudades en motores de innovación, competitividad y generación de empleo, elementos esenciales para la recuperación y fortalecimiento de nuestra economía nacional”.
Además, “esta política facilita la creación de un entorno propicio para la inversión privada y sectorial, alineando estas inversiones con las directrices de planificación urbana. Esto no solo atrae capital y genera empleo, sino que también asegura que el desarrollo sea equitativo y sostenible, beneficiando a todos los habitantes urbanos por igual”, indicó.
En este contexto, “impulsar la Política de Ciudades en Bolivia es una medida estratégica y necesaria para enfrentar la crisis financiera actual”.
“Al fortalecer la planificación y gestión urbana, mejorar el acceso a servicios de calidad y fomentar la coordinación intergubernativa, podemos construir ciudades más resilientes y sostenibles”, sentenció.
Esta política no solo mejora la calidad de vida de los ciudadanos, sino que también impulsa el desarrollo económico, creando un futuro más prometedor y equitativo para todos los bolivianos, manifestó la urbanista.
“Es hora de que las ciudades se conviertan en el eje central de nuestras políticas públicas y estrategias de desarrollo”, finalizó.