El nuevo presidente de la Asamblea Legislativa Departamental, Antonio Talamás, reconoció la tensión política desatada en las dos primeras sesiones de dicho órgano legislativa, pero aseguró que ahora se están priorizando los temas urgentes del Gobierno Departamental.
Uno de los temas críticos es la delicada situación financiera del Gobierno Departamental dado que tiene que enfrentar una deuda flotante de 60 millones de bolivianos, casi 10 millones de dólares que vienen de la gestión 2023.
En primer lugar, se ha establecido que se haga un primer pago de 24 millones de bolivianos con los recortes de gastos previstos en el POA 2024 para esta gestión.
Talamás explicó que la Gobernación debe cancelar deudas, principalmente, con proveedores de salud que prestaron servicios y hoy reclaman su pago.
La autoridad legislativa remarcó la difícil situación financiera de la Gobernación debido a que en esta gestión recibirá 250 millones de bolivianos menos por concepto de coparticipación.
Talamás negó que haya un acuerdo específico con el MAS al interior de la Asamblea y que su llegada a la Presidencia es fruto de un “consenso que se alcanzó con toda la Asamblea Departamental”.
“Los 22 votos que nos respaldaron están compuestos por votos del MAS, de Creemos, de Asip y de los pueblos indígenas. Nuestra prioridad es trabajar por las provincias”, manfiestó.