Expertos en explosivos y militares de Bolivia realizaron una detonación este sábado para abrir un canal que disminuya el caudal del río Grande en la región oriental de Santa Cruz, y evitar así un posible desbordamiento de ese afluente que ha crecido a causa de las lluvias en la zona. La detonación se llevó a cabo cerca de la comunidad San Lorenzo, en el distrito rural de Montero Hoyos que es parte de la ciudad de Santa Cruz, la capital regional.
El presidente del país, Luis Arce, llegó al lugar antes de la detonación "para inspeccionar y evaluar la situación ante la crecida del Río Grande debido a las constantes lluvias en la zona", según escribió el mismo gobernante en su página oficial de Facebook.
El Viceministerio de Defensa Civil lideró el plan que fue ejecutado junto a la Armada Boliviana, técnicos de la Gobernación de Santa Cruz y la Alcaldía cruceña.
En esta jornada se hizo una primera detonación que abrió unos 100 metros y se aguarda una evaluación de los expertos para definir cuándo se podría llevar a cabo un segundo procedimiento, dijo al canal estatal Bolivia TV el viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes.
"Desde hace dos días, el nivel del agua del río Grande ha bajado casi dos metros y se estima que mañana (domingo) o pasado mañana venga un golpe de agua de aproximadamente un metro", explicó Calvimontes.
Ese momento sería "ideal" para hacer una nueva detonación, pero previamente se debe verificar la profundidad alcanzada con la primera intervención, insistió.
Más temprano, el viceministro explicó que el procedimiento tendrá un impacto ambiental "mínimo", ya que se emplearon explosivos que habitualmente se usan en la minería y la construcción de puentes.
También justificó que con la apertura del canal se busca "salvaguardar a 300 familias que viven en esa zona, sus bienes, la infraestructura pública y privada y además la gran extensión de cultivos que se tienen en el lugar".
Según Calvimontes, el plan tuvo un costo aproximado de 500.000 bolivianos (unos 71.839 dólares).
La crecida y desbordamiento de ríos a causa de las lluvias han causado serios problemas en las últimas semanas en regiones bolivianas como La Paz, Pando y Santa Cruz.
Desde el inicio de la época de lluvias en noviembre pasado, el país acumula 52 muertes, cinco personas desaparecidas, 51.668 familias afectadas y damnificadas y más de 9.000 hectáreas de cultivos dañados, según el último reporte oficial.
Fuente: EFE