El Director de Teatro y humorista Adolfo Mier expresó su indignación por la detención ilegal de Raúl Cuenca ocurrida la semana pasada y que conmocionó al mundo artístico y al país en su conjunto.
En diálogo con Asuntos Centrales, Mier alertó que este abuso de parte de la Policía no es un hecho aislado y refleja un deterioro de la democracia boliviana en su conjunto.
“La detención de un humorista es la señal de que la democracia se está desinflando”, sentenció.
Mier recordó que cuando era joven fue perseguido durante las dictaduras militares porque sus obras planteaban su molestia con la situación que vivía el país.
“Cuando éramos jóvenes, nos correteaban los militares”, remarcó.
Por eso, “no podemos tolerar este tipo de abusos”.
“Los artistas somos muy queridos, pero somos un gremio muy débil”, dijo Mier, por lo que descartó ninguna medida de protesta por lo sucedido contra cuenca.
Mier defendió el valor social, cultural y político del humor como un medio fundamental de humanización. “El humor es algo esplendoroso, nos hace más humanos y mejora nuestras relaciones”, remarcó.
“En Bolivia, todavía no hemos aprendido a reírnos de nosotros mismos”, reconoció.
El director de teatro, después de este incidente, “el humor se siente firme porque es un derecho humano”.
“Si las facciones gubernamentales se insultan todo el día y no hay debate es el reflejo de que no hay una civilización”, indicó.
“Hacemos humor porque somos humoristas y eso vamos a continuar haciendo”, adelantó.
“La única agresión de un humorista puede ser un chiste de mal gusto y cuando se ataca a otros con odio”, explicó.