“El verdadero problema de la provisión de combustibles en Bolivia no radica en la gasolina, sino en el diésel, que actualmente se importa en un 85%”, afirmó el especialista en hidrocarburos Alvaro Ríos. Por ello, calificó como “un espejismo” el fijar nuevos precios para las gasolinas premium y criticó la propuesta de consultar en un referéndum si se mantiene o no la actual política de subsidios.
Ríos criticó la reciente propuesta de referéndum sobre la eliminación de subsidios a los combustibles, calificándola de una maniobra distractora. En sus palabras, “esto de las dos gasolinas es un espejismo, una especie de gasolinazo como el de Venezuela”. Según el especialista, la propuesta de referéndum es comparable a pedir a los pasajeros de un avión en emergencia que aterricen el avión, una tarea que debería ser responsabilidad del gobierno.
El analista también se mostró escéptico sobre las medidas anunciadas para incentivar la importación de maquinaria y la producción de biodiésel. Afirmó que, aunque la eliminación del IVA para la importación de diésel podría ser un paso positivo, la verdadera solución a la crisis energética es permitir que los privados importen diésel para evitar desabastecimientos.
Ríos advirtió que Bolivia está en una situación crítica similar a la de Venezuela, y que la falta de inversión y la crisis de los hidrocarburos están arrastrando al país hacia una crisis económica profunda. Concluyó que el referéndum y las medidas propuestas son distracciones de la verdadera magnitud del problema, y que la situación requiere una respuesta mucho más urgente y efectiva.