A pocos días de las elecciones para rector en la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno (UAGRM), el analista y docente universitario Daniel Valverde lamentó que el debate entre candidatos carezca de propuestas académicas estructurales y siga girando en torno a promesas repetidas y disputas coyunturales.
“El sentimiento mayoritario de docentes y estudiantes es que, en tiempos electorales, la universidad se descompone”, sostuvo Valverde, en entrevista con el periodista Tuffí Aré. A su criterio, el nivel del debate exhibido por los aspirantes a rector y vicerrector refleja una crisis estructural más profunda. “Nuestra institución pierde el horizonte académico y eso se traduce en una caída inmediata del rendimiento estudiantil cada semestre electoral”, alertó.
Durante la entrevista, Valverde criticó que las ofertas continúen enfocadas en temas superficiales o anecdóticos, mientras los problemas estructurales persisten sin soluciones claras. Mencionó entre ellos la burocracia interna, la transparencia, la carga horaria docente, y la deserción estudiantil.
Uno de los puntos más cuestionados por el analista fue la forma de elección de autoridades intermedias. “No puede ser que un director de carrera, que debe fiscalizar docentes y diseñar currícula, sea elegido por voto. Se necesita un modelo meritocrático con evaluación académica”, propuso.
Respecto al modelo de cogobierno, Valverde planteó la necesidad de revisar el equilibrio de poder entre docentes y estudiantes. Considera que, en la práctica, algunos dirigentes estudiantiles se desvían de sus roles académicos para involucrarse en decisiones administrativas, lo que –afirma– “ha derivado incluso en tráfico de influencias”.
Sobre el escenario electoral, Valverde evitó comentar encuestas, aunque admitió que Reinereiro Vargas tiene una ventaja por su rol actual como vicerrector y sus alianzas internas. Sin embargo, considera que es muy probable una segunda vuelta entre Vargas y uno de los candidatos con mayor crecimiento reciente: Miguel Cadima o Carlos Nogales.
“La segunda vuelta puede ser una oportunidad para discutir en serio qué universidad necesita Santa Cruz en la próxima década”, remarcó.
El analista concluyó señalando que el desafío no es solo electoral. “Hay que transitar de una universidad politizada y burocrática hacia una institución estratégica y académica que responda a los desafíos del siglo XXI”, afirmó. Advirtió, además, que cada año ingresan hasta 20 mil estudiantes y muchos de ellos se ven arrastrados desde el primer semestre a campañas políticas que no comprenden.
“Este proceso debe marcar el inicio de un nuevo rumbo institucional, que reconecte a la UAGRM con el desarrollo productivo, social y económico de la región”, concluyó.