El analista político Paúl Antonio Coca expresó que no espera grandes cambios ni sorpresas en el discurso de Luis Arce Catacora, quien mañana celebrará cuatro años al frente del gobierno boliviano. En declaraciones sobre el esperado mensaje presidencial, Coca aseguró que el presidente continuará presentando una visión idealizada del país, obviando las dificultades económicas y sociales que enfrenta Bolivia.
"Los presidentes bolivianos han tendido a mostrar un país de las maravillas en sus informes, especialmente aquellos como Arce, quienes omiten asumir responsabilidades o reconocer los errores cometidos. No creo que el presidente haga un mea culpa de la situación actual, como sí lo hacían algunos de sus predecesores", señaló Coca, quien agregó que en lugar de asumir las fallas, el gobierno busca culpar a otros factores externos.
El analista también analizó los recientes conflictos en la política nacional, destacando las complejidades dentro de la Cámara de Diputados y el Senado. En particular, Coca destacó el papel de Andrónico Rodríguez, quien logró mantenerse en la presidencia del Senado a pesar de los bloqueos liderados por Evo Morales. Según Coca, la habilidad política de Rodríguez ha sido clave en su ascenso, recibiendo apoyo no solo de los oficialistas, sino también de sectores de la oposición.
Sobre la situación económica, Coca fue tajante al señalar que la fragilidad económica del país podría desencadenar una crisis irreversible si no se toman medidas urgentes. En este contexto, señaló que la reunión convocada por Arce con los sectores productivos será clave, aunque sin muchas expectativas de resultados concretos. "Las pérdidas económicas generadas por los bloqueos y la crisis no podrán recuperarse antes de fin de año, y la situación requiere medidas a corto, mediano y largo plazo", advirtió.
En conclusión, Coca aseguró que, aunque el presidente Arce intente mostrar avances, la realidad económica y política de Bolivia está muy lejos de lo que se intenta proyectar desde el poder central. El mensaje de este último año de gestión, en su opinión, no será distinto a los anteriores: un discurso lleno de promesas, pero alejado de la verdadera situación del país.