El presidente del Colegio de Economistas de Tarija, Fernando Romero, presentó un balance de la situación económica con la que Bolivia inicia el nuevo gobierno de Rodrigo Paz. Según sus datos, el país enfrenta un endeudamiento público cercano al 90%, considerando deuda interna y externa.
Romero señaló que la deuda externa hasta septiembre de 2025 alcanzó los 13.700 millones de dólares, mientras que la deuda interna del Tesoro General de la Nación con el sector privado asciende a aproximadamente 80.000 millones de bolivianos, equivalentes a unos 10.000 millones de dólares al tipo de cambio oficial.
En cuanto al déficit fiscal, el economista estimó que este año se ubicará en torno al 12% del Producto Interno Bruto (PIB), cifra que refleja un gasto estatal elevado frente a los ingresos. Además, alertó que la inversión pública en el primer semestre apenas superó el 20% del presupuesto destinado, mientras que las empresas públicas mantienen un nivel importante de déficit.
Romero también detalló la situación del comercio exterior y las reservas internacionales. Indicó que, aunque en septiembre se registró un saldo comercial positivo de 70 millones de dólares, el balance anual probablemente será negativo debido a la escasez de divisas y la recesión económica. Por su parte, las reservas internacionales líquidas se ubican por debajo de los 700 millones de dólares, suficientes solo para algunos meses de importación de carburantes, siendo la cotización del oro uno de los factores que ha permitido mantener cierto nivel de liquidez.
Ante este panorama, el economista señaló que el nuevo gobierno deberá buscar financiamiento y cooperación internacional. Mencionó que se han concretado acercamientos con la Corporación Andina de Fomento (CAF), que desembolsará alrededor del 15% de un crédito de 3.100 millones de dólares en las próximas semanas, aunque consideró que estas soluciones son paliativas frente a la necesidad de ajustes estructurales más profundos.
Romero concluyó que el próximo gobierno enfrentará un escenario económico complejo, marcado por alto endeudamiento, bajo nivel de reservas líquidas, déficit fiscal y necesidad de generar consensos para implementar medidas de ajuste.
