Bolivia elimina arancel al arroz importado para frenar alza de precios y asegurar abastecimiento

Bolivia elimina arancel al arroz importado para frenar alza de precios y asegurar abastecimiento

El Gobierno boliviano ha decidido eliminar temporalmente el arancel a las importaciones de arroz, una medida que busca frenar el incremento en los precios del grano y garantizar su disponibilidad en el mercado interno. La decisión, anunciada por el ministro de Desarrollo Productivo, Néstor Huanca, responde a la creciente preocupación por la inflación y la escasez de alimentos, en un contexto donde los efectos de la sequía y el contrabando a la inversa han golpeado duramente la producción nacional.

El decreto aprobado esta semana establece que el arancel cero para las importaciones de arroz se aplicará inicialmente en los meses de diciembre, enero y febrero. Según el ministro Huanca, la intención es frenar la especulación generada por algunos intermediarios y evitar que el contrabando siga reduciendo las reservas de arroz en Bolivia. Para ello, se destinarán 57,4 millones de dólares para la compra de 60.000 toneladas de arroz de terceros países.

Huanca informó que la producción nacional de arroz ha caído significativamente este año, alcanzando solo 433.170 toneladas, lo que representa una disminución de más del 34 % en comparación con 2023, cuando se cosecharon 699.142 toneladas. Esta caída, atribuida a la sequía y los incendios forestales en el oriente del país, ha dejado en evidencia la necesidad de importar para cubrir la demanda nacional, que se estima en 415.033 toneladas.

El encarecimiento del arroz ha sido una de las principales preocupaciones para las familias bolivianas. El precio del quintal de arroz de primera calidad ha subido de 262 bolivianos (37,9 dólares) a más de 460 bolivianos (66,5 dólares). La inflación acumulada del 5,5 % registrada en septiembre, la más alta en una década, ha intensificado el malestar social, con protestas y manifestaciones exigiendo medidas más efectivas por parte del Gobierno.

Para enfrentar el contrabando, que ha sido señalado como una de las causas principales del desabastecimiento y encarecimiento de productos, el presidente Luis Arce ordenó la militarización de las fronteras la semana pasada. Esta acción busca reforzar los controles para evitar que los alimentos de primera necesidad sigan saliendo de manera ilegal hacia países vecinos, donde se venden a precios más altos.

Además del arroz, el Gobierno ya había suprimido temporalmente los aranceles a la importación de artículos de higiene personal y limpieza, productos que también han experimentado un incremento considerable en sus precios. En agosto, se aplicó una medida similar con el trigo, en un intento de mantener estable el precio del pan.

Estas decisiones reflejan los esfuerzos del Ejecutivo para paliar los efectos de la inflación y garantizar el acceso de la población a productos básicos, en un contexto económico complicado marcado por la escasez de dólares y problemas en el suministro de combustibles, que han afectado a varios sectores de la economía.

Agencia EFE

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