Carlos Aranda, economista, advirtió que el país atraviesa un escenario de estanflación, luego de que el Instituto Nacional de Estadística (INE) confirmara una caída del 2,41 % del PIB en el primer semestre de 2025. Según explicó, este contexto combina estancamiento económico, inflación persistente y pérdida de empleos o deterioro en los ingresos familiares, lo que agrava la situación de millones de bolivianos.
“Las familias no solo se empobrecen porque pasan de empleos a subempleos precarios, sino también porque los precios suben constantemente mes a mes”, explicó Aranda. Agregó que, si se actualizan los datos oficiales con los precios de 2025, la pobreza extrema habría subido entre 8 % y 9 %, lo que implica más de 500.000 personas que han pasado a condiciones de pobreza moderada o extrema.
El economista también alertó sobre el impacto que la recesión tendrá en las pequeñas y medianas empresas. Explicó que la escasez de dólares, la caída en las importaciones de bienes de capital e insumos, y la presión sobre el precio del combustible están generando un escenario crítico para el aparato productivo. “Hay empresas que van a salir del mercado o tendrán que reinventarse completamente”, afirmó.
Advirtió que se prevé un incremento significativo en el precio del diésel y la gasolina —de Bs 3,74 hasta Bs 12 o más por litro— si se ajustan al tipo de cambio real, lo que afectará directamente a los costos logísticos y de producción. A esto se suma el riesgo de aumento en las tasas de interés, lo cual complicaría el acceso al crédito. “Recomiendo a la gente revisar su contrato de crédito, porque el 40 % de la cartera está en tasas variables”, señaló.
En cuanto a soluciones, Aranda subrayó la necesidad de reformas estructurales que estimulen la productividad. Propuso una “revolución burocrática” para reducir la carga regulatoria, promover la inversión privada y facilitar la apertura de nuevos negocios. Criticó que el entorno actual “aprieta a la iniciativa privada” con trámites excesivos y trabas legales.
Finalmente, sostuvo que el nuevo gobierno deberá enfocarse en un plan de contención social focalizado y técnicamente diseñado, no solo para estabilizar la economía, sino también para proteger a los sectores más vulnerables del impacto del ajuste. “La medida social más urgente es parar la inflación. Está empobreciendo mes a mes a las familias”, concluyó.