El Banco Central de Bolivia (BCB) confirmó que el “Boliviano Digital”, su propia moneda virtual, será presentado oficialmente a finales de este mes. Con ello, el país se sumará al grupo de naciones que desarrollan o exploran la emisión de monedas digitales de banco central (CBDC, por sus siglas en inglés).
El presidente del BCB, Edwin Rojas, explicó que la medida responde al compromiso de modernizar el sistema de pagos del país y facilitar las transacciones internacionales. “Desde que autorizamos el uso de activos virtuales, el BCB debía ponerse a la altura de los avances de otros bancos centrales. Aunque empezamos tarde, hemos contado con asistencia técnica que permitirá avanzar de manera firme en el desarrollo de este activo virtual”, sostuvo.
El lanzamiento de la moneda digital estaba inicialmente previsto para agosto, en conmemoración del Bicentenario, pero fue postergado hasta septiembre por motivos no detallados. La nueva divisa digital estará respaldada por el propio BCB y busca ofrecer una alternativa pública y segura en un escenario donde el uso de efectivo disminuye mientras crecen los pagos electrónicos.
Además, el proyecto pretende dar respuesta al avance de instrumentos financieros privados no regulados, como las criptomonedas o las denominadas stablecoins, que podrían afectar la estabilidad económica si no se gestionan de forma adecuada.
El interés global por las monedas digitales de banco central ha crecido de manera exponencial. Más de 130 países —que representan casi la totalidad del PIB mundial— están evaluando o implementando proyectos de este tipo. Bahamas, Nigeria y Jamaica ya lanzaron oficialmente sus divisas digitales, mientras que China lidera con el yuan digital en fase piloto a gran escala. En Europa, el Banco Central Europeo analiza la viabilidad de un euro digital, y en América Latina, Brasil y Chile también avanzan con sus propios proyectos.
Con el lanzamiento del “Boliviano Digital”, Bolivia ingresará a ese mapa global, abriendo la puerta a un proceso de innovación financiera que, según el BCB, podría impactar positivamente en la inclusión, la seguridad y la eficiencia del sistema de pagos.
Con datos publicados en La Razón