El exministro de Gobierno, Carlos Romero, advirtió que la versión de “golpe fallido” impulsada por el Poder Ejecutivo es inverosímil y denunció que el líder de la asonada militar del miércoles 26, Juan José Zúñiga, fue impulsado por el Gobierno como actor político para atacar a Evo Morales.
En Desayuno Informado de Asuntos Centrales, Romero salió al ruedo de las amenazas de la ministra de la Presidencia, María Nela Prada, de iniciar juicio a Romero y al exministro Juan Ramón Quintana, por amparar la versión del “autogolpe”.
Romero destacó que, antes del 26 de junio, no había condiciones para un “golpe de Estado” y recordó la aventura militar de Zúñiga no tenía ningún respaldo en las Fuerzas Armadas.
“Si bien hay problemas graves en el país, pero la gente mayoritariamente no aceptaría un golpe”, manifestó.
“Las acciones desmienten la posibilidad de un golpe”, remarcó.
El exministro remarcó que “antes de la asonada, buscaron aislar a Evo Morales con diferentes acciones, entre ellas, la arremetida de Zuñiga”.
“Zúñiga no tenía respaldo pleno del Ejército”, indicó.
Llamativamente, según Romero, todo se produce en momentos en que “Evo Morales había convocado a organizaciones sociales del MAS para resolver la crisis interna que afecta al partido”.
Claramente, “fue un movimiento dirigido a mejorar la popularidad de Arce Catacora”, afirmó romero.
En ese contexto, Romero destacó que “Zúñiga salió directamente a atacar a Evo Morales”.
“Zúñiga atacó a Evo y el Gobierno no dijo nada”, recordó.
Por eso, “nosotros creemos que el Gobierno convirtió a Zúñiga en actor político para atacar a Evo”.
“Zúñiga fue actor político designado por el Gobierno”, denunció.
“Zúñiga solo dijo que venía a modificar el gabinete”
“El movimiento fue demasiado inverosímil”, afirmó.
“La movida no tuvo apoyo de la institucionalidad militar”
“La popularidad de Arce Catacora estaba en su peor momento”
“El país está en una situación crítica”, dijo el exministro.
En perspectiva, Romero teme que el Gobierno de Arce pude dar un giro hacia una posición autoritaria. “El Gobierno se ve muy agresivo y podría dar un paso en falso hacia una posición más autoritaria”, afirmó.
“Se puede dar una arremetida contra Evo para eliminarlo”, manifestó su temor.