El Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó ayer una Resolución que diplomáticamente puede considerarse justa y equilibrada, pues se refiere a dos temas; la intrusión de la policía ecuatoriana en la embajada de México en violación de la Convención de Viena y también al asilo diplomático.
En el primer punto la resolución resuelve condenar enérgicamente la intrusión ecuatoriana. Y no se podía esperar menos
Respecto al segundo punto, sin nombrar a México, reafirma la obligación que tienen los Estados Parte de la Convención de Asilo Diplomático de 1954 de respetar en su integridad todas sus disposiciones.
Es interesante observar que, en la parte considerativa, la resolución sí menciona en particular sus artículos III que dice que no es lícito conceder asilo a personas que al tiempo de solicitarlo se encuentren inculpadas o procesadas y el IV que corresponde al Estado asilante la calificación de la naturaleza del delito.
Pero lo más importante de la resolución radica en la exhortación que se ha hecho a los dos países a que inicien un diálogo y tomen acciones inmediatas para resolver este grave asunto de manera constructiva.
Esto último parece una invitación directa a no escalar el asunto a la Corte Internacional de Justicia que México anunció para el lunes y de lo que aún no se tienen noticias.
Finalizo diciendo que no será extraño que países como Perú, Chile o Uruguay anuncien sus buenos oficios para acercar a las partes y zanjar este delicado asunto internacional.