Bolivia consiguió la victoria que necesitaba con un penal convertido por Miguel Terceros que dejó a la selección nacional con plaza en el repechaje intercontinental para el Mundial 2026. La clasificación se produjo en la última jornada de las Eliminatorias sudamericanas y fue recogida por agencias internacionales como CNN, Reuters, AP y Al Jazeera, que destacan la emoción del triunfo en la altura y el impacto deportivo y simbólico para el país.
El director técnico Óscar Villegas habló después del partido sobre la entrega del plantel y la responsabilidad que ahora asume Bolivia: celebró el logro, pero remarcó la necesidad de mantener la concentración de cara al repechaje, un paso que acerca al país a la posibilidad real de disputar la Copa del Mundo. Sus valoraciones sobre el trabajo colectivo y la humildad del grupo fueron reproducidas por medios deportivos nacionales. A su lado se encontraba “Miguelito” Terceros autor del gol, y manifestó que “Jamás en mis sueños me iba a imaginar que iba a terminar como uno de los goleadores de la selección, a mi corta edad”, con mucha tranquilidad el zaguero dijo que el trabajo realizado es de toda la selección boliviana, “no es solo miguelito” y agradeció el cariño de la gente.
La euforia se vivió en las tribunas y en la calle. Entre las figuras públicas que asistieron al partido y se manifestaron públicamente destacan el binomio presidencial de Rodrigo Paz y Edman Lara, quienes estuvieron en las gradas y, según registros en redes sociales, se abrazaron muy emotivamente al celebrarse el gol que definió el encuentro; el gesto fue mostrado en varias publicaciones y fue motivo de repercusión en Instagram y Facebook. Además, Juan Pablo (JP) Velasco, candidato a vicepresidente de la alianza LIBRE estuvo presente en preferencia y fue también captado celebrando: medios locales y videos de cobertura registraron la presencia JP y la reacción de Velasco tras el golazo definitivo.
Las reacciones políticas se multiplicaron en redes y en las declaraciones a la prensa. El expresidente Evo Morales felicitó a los jugadores y a la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) por el triunfo, mensaje que publicó en sus cuentas oficiales y que fue recogido por portales bolivianos; su comentario puso énfasis en el orgullo nacional que generó el triunfo. Por su parte, el gobernador y líder cruceño Luis Fernando Camacho publicó mensajes de felicitación en sus redes, donde valoró el esfuerzo de la selección y lo vinculó a un motivo de unidad regional.
A nivel de opinión pública y de analistas la lectura fue parecida: se resaltó el valor simbólico del triunfo, jugado a más de 4.000 metros de altitud, la ventaja anímica que supone para el plantel y la afición, de cara al repechaje en marzo. Los medios internacionales también informaron sobre las críticas desde Brasil por el ambiente y la polémica arbitral que rodeó el partido; la prensa brasileña y algunas voces dirigenciales cuestionaron las condiciones y la administración del encuentro, un episodio que alimentó la narrativa de la épica boliviana en casa. La principal crítica al arbitraje estuvo alrededor de si era penal o no, cuando se le hizo un ‘foul’ a Miguelito.
Más allá del festejo, las miradas están ya en lo que viene: el repechaje intercontinental programado para marzo en México, encuentro que obligará a la FBF y al cuerpo técnico a planificar logística, preparación física y estrategia para enfrentar selecciones de otras confederaciones en escenarios extranjeros y neutrales. Voces expertas consultadas por la prensa , como el ex DT Carlos Aragonés insisten en que mantener la cohesión del plantel, asegurar períodos de trabajo en altura y gestionar bien la agenda internacional serán determinantes si Bolivia quiere superar la última instancia clasificatoria.
Finalmente, la victoria fue asumida por distintos actores como una ocasión para la unidad simbólica del país, en un momento en que la política nacional atraviesa alta tensión: la presencia de dirigentes y candidatos en el estadio, y sus saludos públicos, convirtió la jornada en un cruce entre deporte y política. Aunque varios líderes aprovecharon el triunfo para enviar mensajes de felicitación y de esperanza, analistas advierten sobre los límites de la capitalización política del evento y recuerdan que, en la esfera futbolística, el desafío real comenzará en el repechaje.