El contrato que el Gobierno de Luis Arce firmó con la empresa rusa Uranium One Group para la explotación del litio en Bolivia fue aprobado este martes en una comisión de la Cámara de Diputados, en medio de incidentes con parlamentarios opositores y un grupo ciudadano que rechazan el documento al considerarlo desfavorable para el país.
La Comisión de Economía Plural de la Cámara baja aprobó el documento en grande y en detalle mediante dos votaciones secretas o por escrutinio en las que participaron 15 diputados.
El presidente de la comisión, el oficialista Hernán Hinojosa, explicó a los medios que ahora el documento pasará al pleno de la Cámara de Diputados para su análisis y si es aprobado en esa instancia, se enviará al Senado.
“No es que la comisión aprueba y ya está, es un procedimiento legislativo que sigue su curso”, aseguró Hinojosa, que pertenece a la facción del gubernamental Movimiento al Socialismo (MAS) leal al presidente Arce.
La sesión se desarrolló primero en la sala de la comisión, pero se tuvo que trasladar al hemiciclo central por una vigilia instalada por dirigentes cívicos y diputados opositores de la región andina de Potosí, donde se encuentra el salar de Uyuni, la mayor reserva de litio del país.
El traslado al hemiciclo también se dio porque hubo incidentes violentos, golpes y empujones entre parlamentarios, funcionarios y líderes de Potosí, por lo que la sesión se tuvo que desarrollar con resguardo policial.
El presidente del Comité Cívico Potosinista (Comcipo), Alberto Pérez, reclamó que los contratos del litio sean analizados por el nuevo Parlamento que resulte elegido en las elecciones generales de este domingo.
La diputada Lissa Claros, de la fuerza opositora Comunidad Ciudadana (CC), protestó porque la aprobación del contrato se hizo “a puertas cerradas” y denunció que hubo una presunta compra de votos.
El Parlamento está inmerso desde hace meses en una polémica por la aprobación de dos contratos para la explotación de litio, en medio de denuncias de supuestas irregularidades por parte de la oposición y del sector oficialista leal al expresidente Evo Morales (2006-2019), quien está distanciado de Arce.
El Gobierno boliviano firmó en 2023 acuerdos para la implementación de la tecnología de extracción directa de litio (EDL) con las compañías chinas CATL BRUNP & MOC (CBC) y Citic Guoan y en 2024 con Uranium One Group para el diseño y construcción de plantas de carbonato de litio.
En 2024 se formalizaron los acuerdos con CBC y Uranium One Group mediante la firma de contratos que fueron enviados al Legislativo para su análisis y aprobación, aunque en febrero se suspendió su tratamiento para socializar el contenido de los documentos, ante reclamos surgidos en Potosí.
El Gobierno asegura que Bolivia posee una de las mayores reservas de litio del mundo, estimadas en unos 23 millones de toneladas, según un estudio estatal.
La mayor parte de estas reservas están en el salar de Uyuni, en Potosí, que tiene una extensión de 10.000 kilómetros cuadrados.
Arce, que concluye su gestión a principios de noviembre, presentó la industrialización del litio como una de las principales apuestas de su Administración y ha asegurado que estos contratos son “favorables” para Bolivia.
Fuente: EFE.