La Paz, 6 jun (EFE).- El vocero presidencial de Bolivia, Jorge Richter, presentó este jueves su renuncia al cargo, en ausencia del presidente, Luis Arce, quien se encuentra en Rusia en una visita oficial.
Tras varios días de especulaciones en los medios locales sobre su eventual renuncia, el mismo Richter publicó en sus redes sociales su carta de "dejación al cargo de vocero presidencial".
En la nota, Richter señaló que entiende que "un sitio no puede volverse un anclaje" y que decidió "renovar los espacios y lugares" desde donde poder "seguir reflexionando en voz alta".
También, lamentó que "algunos actores" intenten asignar a su decisión y sus "reflexiones un intento de crítica hacia el Gobierno", algo que "no es así".
"Ya no lo acompañaré en el tiempo que sigue, pues transitaré otro camino, pero no hay duda posible que, así como en 2020 coincidimos en la urgencia de restablecer la democracia, no tendría reparo, si las circunstancias lo exigieran, volver a reencontrar miradas y posiciones si nuestra democracia fuese nuevamente amenazada", sostuvo.
El también politólogo pidió a Arce que "no permita que el Gobierno pierda su caudal" y que "cumpla los sueños de los bolivianos y los suyos también".
"Lo querrán derrotar, no lo permita. Querrán que su gestión se sienta avergonzada, no lo permita. Querrán que los bolivianos dejen de extenderle la mano, no lo permita. Querrán instalar el miedo, no lo permita", manifestó.
Richter fue nombrado vocero presidencial en diciembre de 2020, un mes después de que Arce asumió la Presidencia boliviana tras vencer en los comicios generales de ese año.
Con su designación, el Gobierno de Arce repuso el puesto de vocero presidencial después de casi una década.
Richter deja el puesto en medio del viaje del presidente Arce a Rusia y en una coyuntura tensa por la persistente división en el gubernamental Movimiento al Socialismo (MAS) y algunas complicaciones en la economía boliviana, en la que faltan dólares y hay reclamos por problemas con el abastecimiento de combustibles.