Stonewall: el inicio de la lucha moderna por los derechos LGTB
Cada 28 de junio, el mundo conmemora el Día Internacional del Orgullo LGTB. Esta fecha recuerda un hecho crucial en la historia de los derechos humanos: la revuelta del Stonewall Inn, un bar ubicado en el barrio neoyorquino de Greenwich Village, donde en 1969 un grupo de personas de la comunidad LGTB se rebeló contra una redada policial. Aquella noche marcó un antes y un después en la visibilidad y resistencia del colectivo, y es considerada el inicio del movimiento moderno por los derechos LGTB.
Una noche que cambió la historia
En la madrugada del 28 de junio de 1969, agentes de policía ingresaron al Stonewall Inn para realizar una redada, una práctica común en la época contra los espacios donde se reunían personas homosexuales, trans y no conformes con el género. Sin embargo, esa noche algo cambió: los clientes del bar—muchos de ellos drag queens, personas trans, jóvenes homosexuales sin hogar—decidieron no quedarse callados.
La tensión escaló rápidamente. La multitud que se fue congregando en las calles empezó a lanzar objetos contra los policías y se enfrentó con ellos durante varios días. Lo que comenzó como una reacción espontánea se transformó en un acto de resistencia colectiva que visibilizó, por primera vez ante el mundo, la discriminación estructural sufrida por la comunidad LGTB.
Contexto social
En los años 60, la homosexualidad era considerada un delito en casi todos los estados de Estados Unidos y una enfermedad mental según manuales médicos. Las personas LGTB vivían en la clandestinidad, frecuentando bares como el Stonewall, operado de forma irregular por la mafia, que ofrecía un espacio para bailar y socializar.
Las redadas policiales eran frecuentes y solían terminar en detenciones arbitrarias, agresiones y humillaciones públicas. Sin embargo, el hartazgo acumulado explotó aquella noche, convirtiendo el Stonewall en un símbolo de lucha.
El nacimiento del orgullo
Un año después de los disturbios, el 28 de junio de 1970, se organizó la primera marcha del orgullo en Nueva York bajo el lema “Christopher Street Liberation Day”, en referencia a la calle donde se encuentra el bar. A partir de entonces, junio se transformó en el Mes del Orgullo LGTB en muchas ciudades del mundo, con movilizaciones, actividades culturales y demandas políticas por la igualdad de derechos.
La revuelta también impulsó la creación de organizaciones activistas como el Gay Liberation Front y la Gay Activists Alliance, que sentaron las bases del activismo moderno. Con el tiempo, se sumarían grupos como GLAAD, PFLAG y Human Rights Campaign, que continúan defendiendo la igualdad en el ámbito legal, social y mediático.
Figuras clave
Entre los rostros visibles de Stonewall destacan Marsha P. Johnson, una mujer trans afroamericana, y Sylvia Rivera, una mujer trans latina, ambas activistas incansables por los derechos de las personas trans y sin hogar. Su participación activa en las protestas les dio un lugar en la historia del movimiento, aunque durante décadas fueron ignoradas por los relatos oficiales.
Un legado vigente
El Día del Orgullo no es solo una celebración colorida: es una reafirmación de identidad, un acto de memoria y una plataforma de denuncia frente a las múltiples formas de discriminación que persisten. En contextos donde las personas LGTB siguen siendo perseguidas o invisibilizadas, el orgullo sigue siendo resistencia.
Stonewall no fue el comienzo de la historia LGTB, pero sí el punto de quiebre que transformó la protesta en movimiento global. Hoy, más de cinco décadas después, el eco de aquella revuelta sigue guiando la lucha por una sociedad más libre, diversa e inclusiva.
Fuentes consultadas:
- History.com, “The Stonewall Riots”
- National Geographic, “Stonewall: el levantamiento que encendió el movimiento LGTBQ moderno”
- Britannica, “Stonewall riots”
- Business Insider, “What really happened during the Stonewall riots”
- The New Yorker, “Stuck in Stonewall”
- AS USA, “Pride Day 2025: origen y significado”