El economista Gabriel Espinoza cuestionó duramente la propuesta del candidato Eduardo del Castillo sobre reprogramaciones bancarias, a la que calificó como “populismo puro y duro”, advirtiendo que este tipo de medidas podrían trasladar la crisis del sector real de la economía al sistema financiero.
“Hoy el mayor riesgo para el sistema financiero no proviene de las altas tasas de interés ni de la mora en los créditos, sino del propio Estado”, afirmó Espinoza durante una entrevista con Asuntos Centrales. Sostuvo que los problemas de pago en las familias y empresas se originan en la desaceleración económica, la inflación persistente y la incertidumbre social y cambiaria, factores que deterioran el poder adquisitivo e incrementan los costos de operación.
A su juicio, insistir en medidas como las reprogramaciones generalizadas de créditos, como las aplicadas durante la pandemia bajo el gobierno del MAS, solo agrava la situación del sistema financiero. “Tuvimos uno de los diferimientos más largos del mundo, 26 meses sin pagar, y reprogramaciones múltiples. Eso terminó debilitando la capacidad de los bancos para expandir el crédito, lo que hoy frena la economía”, recordó.
Espinoza explicó que, a diferencia de las reprogramaciones normadas por ASFI —que buscan preservar la estabilidad del sistema—, el proyecto planteado por Del Castillo transfiere todo el costo al sistema financiero. “El dinero que prestan los bancos proviene de los depósitos de los ciudadanos. Si se corta esa cadena, mañana no habrá líneas de crédito para capital de trabajo y muchos negocios caerán”, alertó.
Aunque reconoció que la banca aún se mantiene sólida, con un índice de mora superior al 3% pero bajo control, enfatizó que no está libre de riesgos. “Hoy el sistema financiero está expuesto al deterioro de ingresos del prestatario. Si no protegemos ese eslabón, podemos desembocar en una crisis financiera”, advirtió.
Desde su rol como líder del equipo económico de la candidatura de Samuel Doria Medina, Espinoza propuso reformas estructurales al sistema financiero que permitan mayor eficiencia en la canalización del crédito, reducción de cargas tributarias al sector y nuevas regulaciones que lo abran a más fuentes de ingreso. “La prioridad será frenar la inflación, pero debemos trabajar también en una regulación que fortalezca al sistema financiero”, concluyó.