El analista económico Alberto Bonadona cuestionó las recientes declaraciones del Presidente sobre una supuesta falta de recursos en la Gestora Pública, afirmando que el anuncio “genera más alarma que certezas” e induce a la población a pensar que el sistema se encuentra al borde del colapso. Según el experto, “en la Gestora no faltó dinero para pagar pensiones: se está exagerando”, pues el mecanismo de capitalización individual recibe aportes mensuales suficientes para cubrir las obligaciones inmediatas.
Bonadona explicó que la narrativa gubernamental sobre un vacío financiero no coincide con el funcionamiento técnico del sistema, lo que podría provocar confusión social y hasta intentos de retiros masivos injustificados. En ese sentido, pidió que tanto el Presidente como el Ministro de Economía “aclaren que las pensiones están garantizadas” y que eviten mensajes que generen angustia entre jubilados y futuros beneficiarios.
El economista también recordó que los créditos otorgados por la Gestora al Estado existen, pero están respaldados por bonos y obligaciones formales. Sin embargo, señaló que persiste una falta de transparencia respecto al destino final de esos recursos, un punto que —dijo— debería corregirse cuanto antes.
Bonadona enfatizó además que uno de los mayores problemas del sistema es la baja rentabilidad. Con un mercado financiero nacional poco profundo y con tasas de interés limitadas, “no es posible mejorar significativamente las pensiones”, sostuvo. Las escasas alternativas de inversión en Bolivia reducen la capacidad de la Gestora para generar rendimientos que permitan jubilaciones más altas.
Frente a este escenario, el analista insiste en que la prioridad no pueden ser discursos alarmistas sino reformas técnicas de fondo. Propone diversificar inversiones, revisar los límites de préstamos al Estado, modernizar los mecanismos de control y mejorar la supervisión. “El sistema necesita reformas profundas, no discursos que aumentan la incertidumbre”, afirmó.
Asimismo, considera indispensable una auditoría internacional que evalúe con imparcialidad tanto la gestión de las ex AFP como de la actual Gestora, con el fin de determinar cuál modelo ha logrado mejores resultados. Añadió que cualquier debate sobre una posible reprivatización debe basarse en datos objetivos: “antes de decidir, hay que comparar resultados reales”, dijo, recordando que la Gestora, en sus últimos reportes, mostró tasas de interés superiores a las que obtenían las administradoras privadas.
Bonadona concluyó que la estabilidad del sistema pensional depende de decisiones técnicas, transparencia y comunicación responsable. “La población necesita certezas, no advertencias imprecisas”, subrayó.
