El 19 de mayo se cumplirán 3 meses del acuerdo firmado entre el Gobierno de Luis Arce Catacora y los empresarios para fortalecer al sector privado en momentos difíciles para la economía. El presidente de la Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas (ANAPO), Fernando Romero, hizo una evaluación del entendimiento firmado el 19 de febrero para impulsar 10 medidas concretas para fortalecer al sector agrícola por la escasez de dólares y combustibles que afectan al sistema económico en su conjunto.
Durante un diálogo con Asuntos Centrales, Romero reveló que la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI), autorizó a la banca a reprogramas deudas financieras establecidas con el sector agropecuario sin penalización por los retrasos registrados en el pago de créditos debido a la baja producción debido a la sequía que provocó una caída en 800.000 toneladas en la el sector soyero.
El dirigente de ANAPO también resaltó que se ha logrado impulsar la libre exportación de granos, aceites y harinas, una histórica demanda del sector para permitir la generación de mayores ingresos.
Romero destacó que varios puntos no se han cumplido, pero manifestó su esperanza de que en las próximas semanas se reactiven las mesas de diálogo que permitan la adopción de medidas para fortalecer al agro.
El dirigente insistió en la necesidad de aprobar la biotecnología para la producción agropecuaria. Bolivia registra un retraso en la productividad por hectárea plantada, por ejemplo, de soya que llega a 2,2 toneladas por hectárea, siendo que en Brasil registra 3,3 toneladas; Argentina, 2,8 y Paraguay, 2,8 toneladas por hectárea.
El Gobierno, en cambio, ha insistido en impulsar la denominada “agricultura de precisión” que exige estudios específicos sobre los tipos de semillas que se deben utilizar para mejorar la producción.
Romero considera que ambas tecnologías, las semillas transgénicas y la agricultura de precisión “son complementarias” y logran un resultado aún mayor, que es lo que necesita el agro boliviano en este momento.
Además, Romero demandó la conformación un Fondo de Apoyo al Agro por más de 50 millones de dólares que permita obtener recursos financieros para impulsar la producción agrícola.
Romero recordó que el sector agrícola enfrenta una baja en la producción de soya por más de 800.000 toneladas debido a la sequía, lo que conllevará en menores ingresos para la economía.
“Después de declive del gas y mientras surge el negocio del litio, la agroindustria es la gran alternativa para Bolivia”, afirmó.